jueves, 31 de marzo de 2011

Ansiedad, ¿Un problema de fondo?

Acabo de leer un foro (abajo pongo el link por si alguien lo quiere ver) en el que una chica pide opiniones sobre un problema que tiene; su novio sufre ansiedad. Nos cuenta que a su novio le cuesta entrar en centros comerciales, que le cuesta ir al trabajo. Nos cuenta que ha estado con medicación un tiempo y que mejoró pero que, cuando se la quitaron, volvió a empeorar.

Me llama la atención como enfocan el problema, tanto la chica como los que responden, lo tratan como si fuese un problema en si mismo, como si no fuese la consecuencia de una serie de factores, como podría ser llevar una vida desordenada donde no se han ido depurando y gestionando las dificultades personales. Lo tratan como si fuese una irritación que de pronto nos aparece en el pie, "anda me ha salido una irritación", "anda mi novio tiene ansiedad". Así, tal cual.

Si el chico no puede estar en un centro comercial es bastante evidente que tiene un problema de fondo, no que "tiene la enfermedad de no entrar en centros comerciales" aunque, tal y como andan las cosas en el mundo de la psicología, no me extrañaría que pronto inventen algo así, si no lo han hecho ya. Si tiene ansiedad eso refleja que hay un problema emocional que resolver, no se trata solo de eliminar la ansiedad, pues esta es un síntoma. La ansiedad, aunque no es un sentimiento cómodo y en si misma es un problema, no creo que sea mala en si misma, nos indica que algo va mal, algo que es necesario resolver. Como dice la chica, al tomar la medicación se pone mejor pero luego recae, lo cual encaja perfectamente con la lógica de que mientras no arregles las causas no van a desaparecer los síntomas. Creo que es de vital importancia darse cuenta de que el problema no es solo la angustia en si misma, sino también el problema que crea esa angustia. De la misma manera, si uno se cruza con un tigre y se asusta, el problema no es el miedo sino el tigre. Me resulta bastante incómodo ver como la gente se preocupa solo por la angustia en si misma (lo cual muchas veces significa una preocupación por guardar las apariencias) y no por lo que está generando ese sentimiento, es decir, por el verdadero problema. ¿No será que la persona esté viviendo una mentira o se tenga algún asunto emocional pendiente y la ansiedad sea un indicador de que las cosas no son como el piensa, que en realidad no se siente bien? ¿No es un gran error querer sencillamente tapar algo que te puede indicar la realidad de tu situación?

Este es un tema con el que me echo las manos a la cabeza, y no es que piensen así unos pocos sino que lo hace la mayoría de la sociedad, lo cual hay que decir que encaja  perfectamente con la propia naturaleza de la sociedad actual, basada más en la imagen que en la realidad. Claro, si uno piensa que su problema principal es la ansiedad y el resto  le da la razón pues poco se puede hacer. Y los primeros que "juegan" a esto son los psicólogos y  los psiquiatras, especialmente estos últimos, que se ponen a dar medicación a diestro y siniestro. ¿Y qué va a pensar una persona, ya insegura por definición, pues ese es en gran medida  parte del problema psicológico, si  incluso los profesionales de la salud mental entran en esa dinámica?.

 Respecto a la medicación, en principio no tengo nada en contra, creo que en determinadas situaciones, como psicosis graves o situaciones  particulares de urgencia, donde la persona se descontrola, puede ser muy útil, pero, para los casos más normales, que son la mayoría, no deja de ser una droga, un parche temporal que no resuelve los asuntos de fondo y que, si se usa demasiado tiempo sin necesidad, puede terminar haciendo que nos acomodemos o terminemos por creernos que no existe ningún problema, desconectándonos más aún de nuestra realidad. No podemos dejar de responsabilizarnos de nuestra propia vida delegando en la medicación. Todo el tema de depresiones endógenas (que se producen en el organismo al margen de los acontecimientos de la vida) y de los desequilibrios químicos en el cerebro me parecen falsos e irrelevantes. Aún existiendo desequilibrios químicos, ¿significa eso que estos no hayan sido causados por nuestra forma de vivir? ¿Acaso no se manifiesta todo lo que hacemos en el organismo?

Tampoco soy un experto, claro que los propios psiquiatras tampoco lo son, al menos no como lo es un cirujano en su especialidad o en general cualquier otro médico fuera de la rama de la psiquiatría, donde las enfermedades están claramente demostradas y no son frutos de unas definiciones arbitrarias. Pero, no siendo un experto, digo que, además de parecerme poco lógico y poco demostrado científicamente, me huele mucho a  chamusquina, me huele a no querer reconocer como son en realidad las cosas. Tampoco digo que los psiquiatras sean conscientes de lo que hacen, seguro que muchos tienen las mejores intenciones cometiendo esos, a mi juicio, errores. Tampoco es que no existan los problemas emocionales, de lo que me han acusado algunos, eso sería absurdo, más bien al contrario, digo que cuestiones como la ansiedad son solo la punta del iceberg.  De hecho, opino que los que creen que las fobias, la ansiedad o depresión son enfermedades en si mismas (dando a entender, directa o indirectamente, que sencillamente hay algo en el cerebro no funciona, que la "maquina está dañada") y que son el problema principal, son los que niegan la existencia de los problemas profundos, los que niegan todo ese "hielo que no ha salido a la superficie". Y, si un problema no se define bien, no se podrá resolver bien.

http://salud.facilisimo.com/foros/psicologia/ayuda-xfavor-mi-novio-sufre-ansiedad-no-se-que-hacer-ayudarme_203538.html

miércoles, 30 de marzo de 2011

La degradación mediante el trabajo (E.M. Cioran)

Los seres humanos trabajan en general demasiado para poder continuar siendo ellos mismos. El trabajo es una maldición que el ser humano ha transformado en voluptuosidad. Trabajar con todas nuestras fuerzas únicamente por amor al trabajo, regocijarnos de un esfuerzo que no conduce más que a resultados sin valor, estimar que sólo podemos realizarnos mediante una labor incesante, es algo escandaloso e incompresible. El trabajo permanente y constante embrutece, trivializa y nos convierte en seres impersonales. El centro de interés del individuo se desplaza desde su ámbito subjetivo hacia una insulsa objetividad; el ser humano se desinteresa entonces por su propio destino, por su evolución interior, para apegarse a cualquier cosa: el trabajo verdadero, que debería ser una actividad de transfiguración permanente, se ha convertido en un medio de exteriorización que hace abandonar al hombre la intimidad de su ser. Es significativo que la palabra bajo trabajo haya acabado designando una actividad puramente exterior en la cual el ser no se realiza: sólo realiza.Que todo el mundo deba ejercer una actividad y adoptar un modo de vida que, en la mayoría de los casos no le conviene, es un hecho que ilustra la tendencia al embrutecimiento mediante el trabajo. El hombre ve en el conjunto de las formas del trabajo un beneficio considerable; pero el frenesíde la labor es signo en él de una propensión al mal. En el trabajo, el ser humano se olvida de sí mismo, lo cual, sin embargo, no produce en él una dulce ingenuidad, sino un estado próximo a la imbecilidad. El trabajo ha transformado al sujeto humano en objeto, y ha convertido al hombre en un animalque cometió el error de traicionar sus orígenes. En lugar de vivir para sí mismo -no en el sentido de egoísmo sino de una actividad dedicada a la búsqueda de plenitud-, el ser humano se ha convertido en un esclavo lamentable e impotente de la realidad exterior. ¿Dónde encontrar el éxtasis, la visión y la exaltación? ¿Dónde la locura suprema, la voluptuosisdad auténtica del mal? La voluptuosidad negativa que encontramos en el culto al trabajo es más un signo de miseria y de mediocridad, de mezquindad detestable, que de otra cosa. ¿Por qué los seres humanos no decidirían de repente abandonar su trabajo para comenzar uno nuevo totalmente diferente del que están ejerciendo inútilmente? ¿ No basta con tener la conciencia subjetiva de la eternidad? Si la actividad frenética, el trabajo ininterrumpido y la trepidación han destruido algo, es sin duda el sentido de la eternidad, del cual el trabajo es la negación. Cuanto más aumentan la búsqueda de los bienes temporales y el trabajo cotidiano, más se vuelve la eternidad un bien lejano, inaccesible. De ahí que los espíritus demasiado emprendedores posean perspectivas tan limitadas, de ahí la medicriodad de su pensamiento yu de sus actos. Y, a pesar de que yo no opongo al trabajo ni la contemplación pasiva ni el ensueño vaporoso, sino una transfiguración desgraciadamente irrealizable, prefiero sin embargo una pereza que lo comprende todo a una actividad frenética e intolerante. Para despertar al mundo hay que exaltar la pereza. Porque el perezoso tiene infinitamente más sentido metafísico que el agitado.

  E.M. Cioran



martes, 29 de marzo de 2011

¿Por qué la gente no razona?

¿Por qué la gente no razona? No aguanto cuando a alguien le desmontas razonadamente su argumento y te suelta un "sí, bueno, pero no es así como tú dices". "¿Por qué no es así?", le respondes, y él, "pues porque no". Y así todo el rato. "Pero eso no es un argumento", insistes. "Bueno mira no quiero hablar de eso, yo te digo que no es así". Eso cuando no te hacen sentir mal por decir lo que dices, aunque uno esté argumentado y uno esté abierto a hablarlo. Te pueden soltar un "bueno pero eso no es mi culpa", como si estuvieses intentando culpar a la persona por querer ir al fondo del asunto, o te pueden decir "mira le estás dando mucha importancia", como si hubiese por ahí unas listas donde está la importancia que debemos dar cada cosa.

Y claro, uno llega a la conclusión que es mejor no tratar con la gente que no razona, pero entonces, cuando te das por vencido, te vienen con  el "pero es que tú no quieres hablar", y yo pienso "nos ha jodido, como siga hablando contigo me voy a volver loco", pero claro, eso no se lo puedes decir, sino te sueltan un "pero como puedes decir eso, y como puedes decir que no quiero hablar, me ofendes, yo hablo de lo que quieras". Y claro, les das una oportunidad, por lo de ser personas importantes (familia, amigos,..) y  lo de no ser mala persona y eso, y todo vuelve al principio, "si, bueno pero es así como tú dices", "pero ¿por qué no es así?",...

En realidad supongo que habrá razones de tipo emocional para actuar de esa forma irracional y, supongo que, en última instancia, tendrán un propósito racional, en el sentido de cumplir alguna necesidad psicológica, aunque no sea el de la propia conversación. Así que, en ese sentido, tampoco busco respuestas, más bien es un expresar algo que me saca de quicio. O sí busco respuestas, no sé. 

lunes, 28 de marzo de 2011

Consultoras de mierda

No sé por qué hasta hace no mucho he venido pensando que trabajar en una de esas consultoras, que cada día influyen más en nuestra vida diaria, era algo digno, algo exitoso (si, esa es la palabra). Bueno, si lo sé, porque me han engañando. Tampoco les culpo, los que lo hicieron también estaban ellos mismos engañados, al menos los que me engañaron a mí. ¿O si les culpo? No sé. Supongo que habrá gente que sepa que toda esas ideas del éxito y del darlo todo por la empresa (especialmente esta última) son un cuento chino o, mejor dicho, americano, y conscientemente decidan propagar esa mentira. Alguien tiene que estar moviendo los hilos. De hecho, aún no me he desecho totalmente de esas presiones tan desagradables de tener que "darlo todo", de creer que estás en un "gran proyecto" porque alguien lo diga, aunque he de decir que es una cuestión más emocional que racional, pues, si me pongo a pensar, no encuentro ninguna razón para defender esos trabajos ni , más en particular, esas actitudes. Claro, me lo han metido a fuego, y esto parece que no se va tan rápido. Tiempo al tiempo.

Sean conscientes o no allí te engañan, literalmente, te hacen creer que formas parte de algo importante. Cualquier niño o cualquier persona aún no idiotizada con esos temas, te dirá sabiamente que eso es una auténtico sin sentido. Te arruinan la vida, pues no solo te quitan la mayoría de tu tiempo (mucho más que en cualquier otro trabajo), tiempo que sin duda podría dedicarse en un trabajo más saludable, sino que te hacen creer que tienes o que conseguirás el éxito. Si, el éxito, esa palabra básicamente desagradable, que nunca sé bien que significa. Ya que nos joden la vida por lo menos podían ser francos, algo como "mira aquí te vamos a joder pero vas a ganar pasta". No solo hay que dejarse el pellejo sino además estar agradecido. En ese sentido no solo te quitan tu precioso tiempo sino tu libertad de pensar y sentir libremente. Y si te quejas de algo o un día no estas de humor te dicen que no tienes un "pensamiento positivo" y, como son tan buenos, pueden incluso regalarte un libro tipo "El secreto" o "¿Quién se ha llevado mis sesos mi queso?" para que desarrolles una buena actitud y te calles la puta boca. Por cierto, menudos libros, si Cervantes (o en realidad cualquiera) levantase la cabeza...

Por otro lado, seamos sinceros, los trabajos en consultoras son enormemente aburridos, un coñazo. Muchas veces cuando alguno me decía "a mí me gusta este trabajo" le miraba y pensaba "no tío, no te gusta". La gente se engaña a si misma para justificar situaciones que el sentido común no puede sostener. Me resulta difícil que el mundo de las consultoras o el financiero le pueda gustar realmente a alguien. No digo que no sea necesario, pero, seamos claros, eso no mola.

Solo he trabajado en algunas pequeñas pero mis informadores secretos (algunos pobres amigos o conocidos  quienes también se tragaron el cuento) me han comunicado que las consultoras grandes, como Atos, Deloitte o Everis, son auténticas carnicerías. Todo aquello de lo que me quejaba se quedaba en nada frente a sus historias ¡Dios mío, que panorama! Da miedo. No sé como hubiese reaccionado si hubiese caído en una de esas. Llevo muy mal este asunto.

Como diría Blasa "Ay señor, llévame pronto".

Por cierto, han llegado a engañar incluso a personajes históricos de lo más retorcidos, si no lo creen vean este vídeo.








sábado, 26 de marzo de 2011

El odio hacia los Ni-nis

 Estoy bastante harto de que la gente cultive su odio contra los llamados Ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan). Por cierto, yo no los llamo así, para mí es una etiqueta que significa "como no estudias ni trabajas eres un desgraciado", lo cual no me parece ni acertado ni productivo. Yo ahora no trabajo ni estudio, bueno en realidad si estudio, pero por mi cuenta, estudiando cosas que me interesan, no lo hago para "hacer algo", para no "ser un desgraciado", para no ser un ni-ni. Pero claro, si uno estudia por saber, por conocerse a si mismo y comprender el mundo en el que vive, eso no cuenta. Si uno quiere conocer por el mismo donde quiere estar, en vez de estar donde los otros le digan ¿Soy un ni-ni? Permitidme que no me cuelgue ese cartel, tengo mucha estima por mi mismo y por la vida como para reducirla a un "estudias o trabajas". Ya no puede uno tomarse un tiempo para ver que quiere,  ya no te dejan bajarte del tren ni un momento. Por cierto, nunca he aprendido tanto como cuando decidí dejarme de cursos y de estudios oficiales y aprender por mí mismo,  cuando decidí leer y estudiar sobre lo que realmente me interesa y me afecta.

 Es curioso, cuando existe gente que no sabe que hacer, que está desmotivada, no nos planteamos  si no será que, por ejemplo, la educación que tenemos, aparte de apenas enseñarnos, nos deja desmotivados, sin saber que hacer. Se nos "educa" para ser una pieza del engranaje social, no para que nos realicemos, no para que nuestra vida tenga el más mínimo sentido. Ni siquiera para aprender. Me parece muy normal que algunos se resistan a arruinar su vida en trabajos que les harían sentirse aún más extraños. ¿Quién al terminar el colegio sabe realmente algo? ¿Quién piensa "sí, esto sí que me ha servido"? ¿Quién está realmente motivado y sabe que quiere hacer? ¿Por qué aborrecemos el colegio? 

Cuando digo que son el blanco del odio de la gente creo que no exagero, si no miren los comentarios que deja la gente en este vídeo de Youtube (enlace abajo de esta entrada). Aún siendo unos malditos vagos que solo quieren aprovecharse de los demás, no creo que ese odio esté fundamentado, y desde luego no es productivo, no va a hacer que a el chico le entren ganas de trabajar. Lo que yo pienso es que se trata de un objetivo fácil donde echar  la propia mierda, donde al hacerlo muchos nos van a aprobar diciendo "sí es verdad, son unos vagos, qué vergüenza". Si realmente están tan a gusto estudiando o trabajando ¿Por qué tanto odio hacía quienes no lo hacen? Y, si sufren tanto, yo me replantearía las cosas. En este vídeo sale una chica, Viviana, que dice que no quiere trabajar y que está orgullosa de ello . Dice que está orgullosa de ser como es. Lo cierto es que la tía es muy vaga y muy señorita, y suelta alguna que otra perlita  como "y yo es que de cajera no me veo...porque... se levantan muy pronto, antes que todo el mundo...para abrir y eso", que creo nadie apuntará la en su cuaderno de citas, pero lo que si me parece muy digno es el no tener que tener un trabajo para poder sentirse bien con uno mismo. Es evidente que está chica, como cualquier hijo de vecino, tendrá que trabajar tarde o temprano, pues hay que ganar dinero para vivir, así que , en ese sentido sería bueno que pensase en un horizonte, claro que sí, pero eso no tiene porque transformarse en un estresante "trabaja ya" ni en un blanco de odios que no le corresponden. No entiendo esa urgencia por trabajar. Viviana dice que no va hacer cosas que no quiere hacer, y no podría estar más de acuerdo. Lamentablemente muchas veces la realidad nos impide seguir esa idea al pie de la letra, pero, como filosofía, chapó.

Vivimos en una sociedad donde se dice que trabajar es digno, que debería avergonzarnos no hacerlo. Pero ¿por qué? ¿De dónde vendrá esa idea de que el trabajo, sea cual sea, dignifica?  ¿Por qué el esfuerzo por el esfuerzo? En fin, preguntas para pensar. Hay que trabajar para ganarse el pan y, si quiere, o si se puede, para realizarse o para hacer aquello para lo que uno siente que está hecho, pero no trabajar para no sentirte avergonzado.

Vivimos obsesionados por el trabajo. Recuerdo un antiguo compañero de trabajo que lo pasó mal al quedarse en paro, aún sin tener necesidades económicas, que no las tenía. Sentía como si el propio hecho de no trabajar fuese indigno. Hacía cosas como bajarse de Internet  panfletos tipo "consejos para el parado", algo así como una guía para los que no saben que hacer si no se les manda algo. Tenía indicaciones como por la mañana correr una hora, no pasar demasiado tiempo en el sofá o no descuidar la vida social. Curioso. Por cierto, se dedicaba a mandar esos panfletos a todos los que nos quedábamos en paro (a mí también me echaron), cosa que, por lo menos yo, no le había pedido.

 Tampoco veo que tiene de malo estar "sin hacer nada" durante cierto tiempo, se puede dedicar ese tiempo a hacer las cosas que a uno le motivan realmente, a aprender libremente sobre algún tema (para aprender  tampoco hace falta ir a un curso del INEM), puede ser un tiempo para reflexionar sobre uno mismo o sobre que  se quiere en la vida o, si es lo que se quiere, puede ser tiempo para rascarse el ombligo a dos manos. En mi opinión, los momentos en que uno se relaja y no vive presionado, ya sea por la familia, el trabajo o la sociedad en general , son momentos en los que puede surgir lo mejor de nosotros, en los que podemos darnos cuenta  como queremos vivir o, por lo menos, como queremos no vivir o que peligros queremos evitar en esta jungla.  La vida no se reduce a estudiar o trabajar (especialmente si aquello que hacemos no nos interesa), no se reduce a ser una despersonalizada pieza del sistema.

 Claro que uno también puede irse al otro extremo, pasarse el día en el sofá viendo la tele y los fines de semana emborracharse con el dinero de papá y mamá. Eso no es productivo, pero no lo es por la actitud de la persona, porque eso no le aporta nada, no porqué no trabaje ni haga ningún estudio oficial. Y, a mí, eso me preocupa porque, para la persona, y por extensión a la sociedad, no es bueno, pero no porque sea un puto ni-ni vago de mierda que vive a costa de los demás.

Termino diciendo que a la chica del vídeo se la ve feliz,  al menos no amargada ni resentida, aunque eso no le guste a los comentaristas del vídeo, que preferirían que estuviese sufriendo en un horrible trabajo. Algo como "¡muy bien, sufre, sufre maldita perra, vaga de mierda!" En realidad, no quieren que trabaje, eso les da igual, quieren que sufra como ellos sufren