martes, 27 de septiembre de 2011

¿Filosofía? Vale, pero no en plan cultureta

Me interesa la filosofía, pero no en plan cultureta. Me interesa en el sentido práctico de utilizarla para vivir mejor, de saber como actuar. Es cierto que ciertas conversaciones filosóficas pueden ser fascinantes en si mismas, como cuando a un grupo de amigos les surge espontáneamente a altas horas de la noche una charla sobre el universo y el sentido de la existencia pero, aún así, considero que, si es algo importante, tiene que tener alguna implicación en nuestras vidas.

En realidad, me interesa más filosofar que leer filosofía, lo considero más natural, más productivo y más respetuoso con nuestra  propia capacidad de análisis, aunque mi percepción es que hoy en día  abunda más lo segundo. Me niego a coger un libro de filosofía que trate de algún tema que  no me interesa realmente o que, interesándome, no haya pensado yo por mi mismo antes sobre ello. Pienso que se debe leer a los filósofos para consultar o para contrastar la opinión propia con que dicen "los grandes" (y de paso ver si son tan grandes), no como un sustituto del análisis propio. Me niego a dar más autoridad a un filósofo que a mi pensamiento propio, por muy Platón o Aristóteles que sea.  

Me resulta horroroso el hecho de hablar sobre cuestiones existenciales estando totalmente desconectado de ellas, hacerlo solo como una etiqueta social más. Odio esas batallas gafapásticas de a ver quien sabe más, quien a leído más o quien saca la cita filosófica más apropiada para el momento. Si el hablar de cosas que no le importan a uno es, de por si, irritante y poco fecundo, más aún lo es hacerlo con cuestiones existenciales.



lunes, 26 de septiembre de 2011

Soy nihilista, sí, pero solo de paso

Mi escepticismo y desilusión es tan grande y general que me hace preguntarme si soy nihilista. Ante esto me vienen dos cuestiones a la cabeza que podrían entenderse como casos extremos, la primera, es el típico "triunfito actual", carne de consultora, quien, con esa irreal y ridícula filosofía de pensamiento positivo, trata de ganar las más etiquetas sociales posibles. La segunda, la persona que, no aceptando su realidad ni sus sentimientos, se pone a despotricar contra todo y se cruza de brazos diciendo que nada tiene sentido. No me identifico con ninguna. La primera sencillamente ya no me cuela, la segunda, la que podría corresponderse con el nihilista, si bien me podría parecer más honesta (o no), podría ser el siguiente paso al desengaño de la idea de éxito (o no), no me parece ni mucho menos la respuesta definitiva. No, claro que no.

Seamos sinceros, más que la vida sea una mierda habría que decir que nuestra propia vida es una mierda. Ojo, esta no sustituye a lo primero, más bien le cambia el acento y se lo pone a algo más sincero. Lo que nos molesta no es tanto que la vida, así en general (ale, alegría, todo pal saco) ,no tenga sentido sino que la nuestra no lo tenga. 

Yo soy un nihilista, sí, pero solo de paso. No es que me parezca todo un sin sentido sin remedio, aunque, para ser sinceros, lo pienso a menudo, lo que pienso es que mi vida ahora es un sin sentido, pero puede dejar  de serlo. Vamos, eso espero. También depende de lo que uno entienda por una vida con sentido, que aquí nos dan ya todo empaquetado, hasta eso. ¡Y menudo paquete! Madre mía, para eso no nos deis nada.

Hay que ser claros, ¡estamos jodidos!, ¡nos la han colado! ¿Qué sentido tiene el decir, así en general, que la vida no tiene sentido? ¿Acaso lo que nos han vendido o nuestras propias torpezas (generalmente lo primero) abarca todo el sentido de la existencia? Qué sí, que estamos flotando sin rumbo por el universo, está claro, pero eso no quita que uno pueda hacer algo digno de su atormentada existencia.

Mi vida es una mierda, sí pero ¿es la vida una mierda? A mí me da la impresión de que hay por ahí algo escondido que aún se puede rascar. Yo, con vuestro permiso, voy a echar un ojo por ahí, no vaya ser que encuentre algo.

El dejar de decir las cosas y la vergüenza de mi mismo

Uno de mis defectos que he pagado muy caro ha sido el no decir las cosas claras a la gente para no herirlas, el dejar pasar las cosas para no ofender. En realidad creo que esto lo llevé más lejos, no solo he dejado de decir lo que pienso por no herir sino que he dejado de hacer.

El dejar de decir las cosas por no herir me hizo ir acumulando vergüenza, esa vergüenza que nace cuando volvemos la cara a la verdad. Y esto es paradójico pues si lo hacía por no hacer daño, ¿como es posible que me sienta avergonzado?

¿Por qué no decimos las cosas claras a la gente? Es algo que no comprendo, no le veo la utilidad. No se, quizás soy un ingenuo. Si alguien me da una respuesta, esta será bien venida. A mi me resultaría dificil exagerar lo que he pagado esa culpa por no decir las cosas como son. Ahora que pienso, ya no se trata tanto de decir o no decir, se tarta de sentir. Uno termina sintiendo que la verdad es mentira y la mentira verdad.

Hubo una época en mi vida en que decía lo que pensaba sin ninguna culpa, recuerdo que la gente incluso se impresionaba a veces. En general, la respuesta a mi sinceridad era muy buena, esto lo achaco al hecho de que la dijese sin culpa, sin segundas intenciones. Sencillamente me salía así, me parecía lo más normal. Lo cierto es que uno puede ser muy sincero en lo que dice pero no en como lo dice y el cómo puede ser incluso más importante que el qué. Esa época, que comenzaría a los once o doce años, no sabría decir con exactitud, se terminó a los dieciséis años influida por unos miedos terribles que se me echaron encima,  miedos que me hicieron sentir las más humillantes vergüenzas y que hasta día de hoy ensombrecieron mi vida. Ese es otro capítulo del que habría que hablar aparte.

A veces pienso que una de las razones de que me da tanta rabia el sentirme culpable y no expresar las cosas tan cual las siento se debe a haber probado esa miel de la "expresión sin culpa". Quizás por eso se me hace tan insoportable, tan estúpido e innecesario.

Harto de vivir con miedo

Hace un rato me ha entrado un ataque de rabia y, cuando me pasa eso, solo pienso en una cosa, irme de aquí, irme a vivir a Inglaterra de una vez. Me frustro porque me veo encerrado en un esquema de ideas que me hace sentir como una mierda, esas bombas de pensamientos condenatorios,"¡tienes que trabajar ya!", "¿Pero qué mierdas haces con tu vida?", "bueno es que tú, ya sabes que...". Es un vivir asustado continuamente, vivir bajo amenazas. Mi vida desde hace mucho tiempo no es libre, nada libre, es un vivir bajo una moral que no entiendo y que no es la mía. ¡Y mira que me esfuerzo por ser objetivo, pensar de forma crítica!, pero nada, la moral se me echa encima. Es lo que yo llamo la moral externa interiorizada, ese conjunto de ideas que se te han impuesto (no han nacido de tu juicio ni de tu experiencia) y que las has interiorizado, las has hecho tuyas y las tomas como verdad. Esto evidentemente lo reconozco más en un plano intelectual, no de una forma total (si no estaría libre de ello), no siento que esos códigos morales que han impuesto sean falsos aun cuando ninguna evidencia me hace aceptarlos. Es una cuestión emocional, por así decirlo, es un miedo, una presión.

El dilema que tengo, y que vengo teniendo desde hace tiempo, es ¿rompo con todo y me voy? Esto se traduce en coger mis pocos ahorros que tengo e irme a Londres, y que sea lo que tenga que ser. Podría entenderse como un empezar de cero, pero tampoco me gusta ir con una idea programada. Tener la vida programada es justo lo que no quiero en este momento. Lo que necesito es libertad, decidir por mi mismo sin sentir vergüenza ni remordimientos, sin esa sensación de que le debo explicaciones a mi familia o mis amigos (o ex-amigos, ya no se como llamarlos) Lo cierto es que me parece algo sensato, además ya he roto con muchas de las cosas con las que no estaba a gusto, o eso creo, sin  embargo me entra un miedo terrible, pienso, o esa moral externa interiorizada piensa por mí, "¿como te vas a ir por ahí solo? ¿estás loco? No osarás a hacer eso..." y me echo para atrás. 

La cuestión es que desde hace un tiempo, en particular desde que rompí con mis amistades y deje un trabajo que tenía (que era lo que yo consideraba me hacía "ser normal"), me propuse seguir la filosofía de "no hacer nada que no veas claro". He hecho tantas tonterías en mi vida que me parecía una filosofía oportuna, además, estando ahora solo quizás debiese ser más responsable. Estaba harto de todo y decidí tomarme un tiempo para mí, esto fue hace un año y medio o así. pero claro, tampoco hago nada y me agobio, y no sé si es que me siento presionado o es que realmente tengo ganas de hacer cosas.

Supongo que este periodo ha sido de reflexión, de un no estar haciendo nada en particular, de no estar en ningún proyecto, al menos no en uno externo. Sí, estaba harto, todo era un absurdo y necesitaba parar, hasta ahí todo bien, no me arrepiento para nada de las decisiones que tomé, pero ahora no sé hacía donde moverme, me veo atrapado en una nada que deja atrás su pasado pero no se atreve a empezar algo nuevo. He salido de un vagón de tren y estoy bloqueado en ese espacio que lo separa del siguiente vagón, sin poder entrar en él.

Me da rabia porque me veo limitado por esa moral de la que he hablado, pero muy limitado. Yo, aunque esto pueda parecer paradójico, soy una persona que confía mucho en mi misma, que me veo capaz de hacer las cosas decente y dignamente, sin embargo, esta moral me destruye, me llena de vergüenza y de remordimientos, me tiene aquí atado de pies y manos. 

Claro, y mi duda es ¿me voy y ya está o espero a calmarme y a ver las cosas claras? La primera podría ser una locura o una liberación, la segunda podría ser un acto de sensatez, aunque también de alargamiento de una agonía. Siguiendo mi filosofía de "no hacer nada que no veas claro" me estoy quedando quieto, pero no se si eso es un acto de responsabilidad que nace de la parte serena de mí o es esa moral que me mete miedo y me está haciendo pudrirme. ¿Me voy y que las cosas salgan como tengan que salir o espero a serenarme y, una vez viendo todo en su sitio, ya decidir?

Es posible que todo estas dudas estén provocadas por esa presión de que "hay que hacer algo", que nos hace actuar por presión y no porque, desde nuestro propio juicio y experiencia, lo consideramos apropiado. En ese sentido habría que dejar pasar esa presión y no hacer nada, pero ¿y si esa rabia es un deseo real de salir de aquí y hacer cosas? Mi duda es ¿actuar o aguantar?

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Soy yo o hay una angustia creciente en occidente?

Hace un tiempo que me vengo preguntando si existe una creciente angustia en occidente, que yo la vengo sintiendo es seguro pero ¿soy solo yo o esto es un asunto de todos? Siempre he considerado mis angustias una cuestión mía, sin embargo, últimamente con todo el asunto de la crisis, las movilizaciones sociales (en el caso español con el movimiento 15M) y ciertas realidades que me parecen esperpénticas, como las subculturas que se crean en el mundo corporativo de consultoras y financieras, me estoy cuestionando si no es esto un panorama general. Lo cierto es que, en general, los movimientos sociales me suelen dar rechazo, pues pienso "¿Por qué la gente no afrontará sus problemas reales es vez de evadirse saliendo a la calle y fundiéndose en la masa?". Lo que suelo ver en movilizaciones es, en general, un echar balones fuera, No es que piense que uno no deba quejarse pero lo que generalmente veo es gente que no enfoca las cosas correctamente, que actúa de forma pasional, no racional. No es por el hecho de que se quejen, ni siquiera del objeto de la queja, es la actitud lo que me genera rechazo. 

Mis angustias y mis consiguientes críticas se refieren principalmente a lo que yo llamo este "mundo de las formas", este mundo de las apariencias donde ya nada es sincero y donde eso ya ni siquiera importa, donde quizás la gente ya no sea si quiera consciente  de ello. Este mundo que se ha reducido a un conjunto de etiquetas sociales siendo más digno aquel que más etiquetas tenga ¿Cuanto compras? ¿Con quien sales? ¿En que trabajas?... El filósofo Slavoj Zizek me parece da en el clavo en este asunto, dice que ya no es que nos pongamos una máscara detrás de la cual está nuestro verdadero yo, no, hoy la única realidad es la propia máscara y, si nos la quitamos, no hay nada debajo, quizás solo algo extraño y ambiguo que no sabríamos identificar. Vivimos en un mundo de imágenes, hoy en día la imagen es la realidad.  Para mi eso es fuente de angustia y me pregunto si esto es solo una cosa mía o vamos todos en este barco. Y me pregunto si lo que motiva realmente a movimientos sociales como el 15M son esas mismas angustias, aunque se manifiesten en cuestiones más prácticas, que no por ello dejan de ser importantes, como el hecho de si nuestra democracia es o no una democracia real, el cambio climático o el hecho de que los causantes de la crisis no sean quienes las estén pagando. 

¿Estamos cada vez más angustiados con esta "sociedad de etiquetas"? Y, si es eso cierto, ¿Es esa la corriente que mueve los movimentos como el 15M o las revueltas de Inglaterra de este verano?


jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Como hacer que Lady Gaga suene bien?

¿Como hacer que Lady Gaga suene bien? Pues haciendo una versión española de flamenco como esta de Yellow Mellow. ¡Ole, que gracia y que arte!


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Expresión, ¡qué noche!, ¡qué tensión!

¡Exprésate! ¿Cómo puede ser la expresión una orden? Uno ni siquiera puede tratar él mismo de expresarse libremente, pues, si lo intenta, ya no es una libre expresión, ya hay una moral por medio. Cuando a uno le cuentan un chiste y se ríe no piensa "voy a reírme" (bueno, en realidad, a veces es necesario, que mal ejemplo).

Madre mía qué noche, qué tensión, ¡cuanta energía tengo! Sí, tal vez eso sea lo que pasa, que no he quemado lo que tenía que quemar. (Tranquilos, estoy bien, bueno no mucho, pero ya me entendéis).

No sé si mucha gente pensará "qué de energía negativa desprende este chico", y sí, tal vez sea cierto, pero ¿No será mejor desprenderse de ella? Últimamente estoy pensando que si uno siente ganas de hacer alguna cosa pero no la hace por miedo a que sea una estupidez, está cometiendo un error. Y no porque no sea una estupidez, de hecho seguramente lo sea, sino porque, si no la hace, no sé dará cuenta de ella y la arrastrará consigo.

El expresarse, ¿es esa la panacea?

Pues me voy a expresar un rato, aunque diga gilipolleces, si total, ¿que más da? Tampoco aspiro aquí a crear ningún Tractatus Philosophicus. Supongamos que suelto estupideces por doquier o, peor aún, oscuras blasfemias. Supongamos que tengo pensamientos y sentimientos oscuros, ¿no sería mejor expresarlos? ¿no sería una forma de hacernos conscientes de nuestros lados más oscuros? ¿no sería, de hecho, la única manera de acabar con ellos?

El expresarse, ¿es esa la panacea? Desde luego que decir lo que se piensa sin cortapisas (no se bien si esa palabra existe) es saludable. Pero claro, decir lo que se quiere decir, no hablar para joder al personal. ¿Es eso también expresarse? Si pensamos mal de alguien, ¿es sano decírselo? Ahí se complica un poco el asunto. Yo diría que si, yo soy de los de sinceridad plena, al menos en lo teórico. A mí si alguien me maldice pero veo que lo que dice le sale del corazón me alegro por el, prefiero que se libere maldiciéndome a la cara a que  se frustre maldiciéndome en silencio. Aunque bueno, quizás si me toca ciertos temas... pero eso es problema mío. Yo creo que se puede maldecir con respeto y ser muy irrespetuoso con las buenas maneras.

No se, yo a veces pienso que alguien es un cateto o un ignorante sobre algo y me sentiría mejor si se lo dijese. ¿Le odio por eso? No, sencillamente me disgustan ciertas cosas suyas, o a veces ni eso, a veces es solo una opinión. El odio nace más bien cuando lo dejamos de expresar.  Siempre que en una relación todo es "bonito y hermoso" me hace sospechar, creo que se pueden decir las verdades feas sin faltar al respeto. De hecho, ¿no es una falta de respeto no hacerlo? ¿No es una falta de respeto ese ir acumulando y acumulando malas opiniones y sentimientos sobre los otros?

Que raro esto del blog, es comunicación sin comunicación, es lanzar tu mierda al ciberespacio y a ver si rebota por algún lado. Es extraño, esta vida es extraña. 

¿Que mierdas significa ser uno mismo?

¿Que mierdas significa ser uno mismo? Parece la panacea, ""oh, hay que ser uno mismo". Si, pero, ¿que significa eso? ¿Como podría ser otro que no fuese yo mismo? ¿No es un concepto demasiado ambiguo, demasiado general? Por otro lado, a veces siento que en nuestra sociedad actual se nos exige ser nosotros mismos, lo cual es extraño, es una libertad impuesta. 

¿Es ser uno mismo expresar lo que se siente? Si es eso, a veces tengo la impresión de que a muchos no les gustaría de verdad que fuese yo mismo. Es esa doble moral, ese "sé tú mismo" pero después, cuando te expresas, "eh, ¿pero que dices?"...¡Dios, dejadme salir de aquiiiií!

¿Estoy sexualmente frustrado?

Hoy, al salir de dar un paseo por el Parque del Retiro, el Central Park de Madrid, me ha pasado una cosa que me ha hecho sentir mal y que, al pensarla después en mi coche-terapia, me ha cabreado.  Caminando por la cera me he cruzado con una chica guapa, más o menos de mi edad, y he sentido atracción sexual hacia ella, eso parece algo normal (si, ¿no?), sin embargo, la cuestión es que me he sentido mal por ello, me he sentido culpable. Eso me ha frustrado, algo así como frustrado por frustrarme, y  después me hecho pensar. Es posible que eso me pase frecuentemente, sin embargo, si es así no soy demasiado consciente, de hecho, para bien o para mal, nunca pienso en sexo como una cuestión importante, en todo caso como algo divertido y saludable, especialmente si uno está emocionalmente sano. Si, más que como una causa, lo veo más como una consecuencia de una vida saludable. En general soy mucho de "estar uno bien que, estando uno bien, todo lo demás sale rodado", pero claro, ahora que lo pienso, tampoco se puede estar bien así porque si ¿O si? Duda metafísica. Bueno, que en general no pienso en el sexo como algo importante, lo cual no significa que no tenga deseos, que los tengo. Creo que mi filosofía sobre el sexo sería la de "es una de esas cosas que es mejor practicarlas que hablar de ellas", sin embargo, aunque eso me parece bastante cierto, cuestiones como la de hoy me hacen pensar si no estoy algo reprimido si no estoy infravalorando el papel del sexo o negando mis impulsos por alguna maldita moral. Tal vez esa sea una filosofía-excusa para no hablar de un tema que en realidad me cuesta.

En serio, me he cabreado, ¡¿Por qué me he sentido así?!

martes, 20 de septiembre de 2011

El coche; terapia y huida del barrio

Me acaba de llegar una multa de tráfico de 200 euros por saltarme un semáforo en rojo, bueno por saltármelo justo cuando se ponía en rojo. Ese golpe a mis limitados recursos económicos actuales me ha hecho plantearme una cuestión que ya venía pensando: ¿mando el coche a tomar por culo? El coche fue un regalo de mi padre, si no yo no hubiese podido comprarme uno ni de broma, es algo que sencillamente no se ajusta a mi situación económica.

 En realidad,  no me importaría moverme en trasporte público, de hecho me gusta ir leyendo, escribiendo o simplemente observando tranquilamente el panorama entre mis conciudadanos. Me gusta sentirme dentro del pueblo, y eso, en el coche, es difícil de sentir. Por otro lado, también es verdad que me encanta conducir, de hecho, coger el coche y dar vueltas sin rumbo se ha convertido en una terapia estupenda para mí. En el coche entras en un mundo particular, es un pequeño refugio. Puedes gritar y llorar tranquilamente, con el movimiento no das tiempo a la gente para juzgarte. ¿Acaso no es necesario gritar y después, ya descansado, llorar? Puedes también hablar solo sin que pase nada, además, desde que se inventaron el manos libres, ya no se sabe si uno esta loco o hablando por teléfono. En serio, cuando tienes un mal día, te coges el coche y a dar vueltas. Si, es una terapia cara, tanto o más que ir al psicólogo pero, a diferencia de esta, funciona. Si, me gusta el coche, pero por lo visto me interesa más como una terapia que como una forma de transporte. 

Aún así, estaría dispuesto a renunciar al coche, además me ha dicho el salpicadero que ya estoy casi curado. Pero hay más problemas que me dificultan deshacerme del coche. Uno es el vivir en un barrio periférico de  Madrid,  lo que hace más incómodo moverse y bajar a la ciudad, que es por donde me gusta moverme. Para bajar a Madrid, a la ciudad, tengo que andar quince minutos y después coger un tren o autobús que tarda otros quince o veinte, y eso para llegar a un extremo de la ciudad, luego desde allí hay que moverse. Y después la vuelta. Eso, aunque rompe el encanto de salir de casa y estar ya en la ciudad, lo podría soportar, pero, y esto es otro problema, odio mi barrio y para ese itinerario tendría que pasar plenamente por él. Más que odiarlo estoy harto de él y no quiero ni verlo, a decir verdad, lo quise mucho, por eso quiero alejarme y conservar los buenos recuerdos. Hay cosas que sencillamente se agotan y es necesario pasar página, no hacerlo provoca una especie de corrupción.  Si, el hecho de usar el trasporte público me haría pasar por él, ver lo mismo una y otra vez, todas esos lugares donde en un principio fui feliz y después todo fue perdiendo su sentido, todo se fue agotando. Y, lo peor de todo, aumentaría enormemente las posibilidades de algún encontronazo indeseado. Si, hay gente que ya no quiero ver, no quiero que el barrio me absorba de nuevo, no quiero encuentros en los que, indefenso, me veo ante un "Hey, ¿que tal?... pues a ver si quedamos y tomamos algo", situaciones en las que si fuese plenamente sincero les diría "¡coño, dejarme ya en paz, no se quienes sois!". Como obviamente no se puede ser tan sincero (y en algunos casos sería quizás injusto) ni tampoco quiero sentirme estúpido por fingir, prefiero evitar ciertas situaciones. Ahora sencillamente no puedo, ahora necesito salir de ahí, huir de ese pasado que tanto tiempo me ha aprisionado. Con el coche me ahorro eso, pues vivo a las afueras del barrio y solo tengo que que montarme y  bajar a Madrid, el coche me permite vivir en el barrio pero sin estar en él. ¿¡Todo esto por un coche!?

¿La solución? A largo plazo parece inevitable encontrar un trabajo e irme del barrio pero a corto plazo...  ¡Trabajar, madre mía! Le tengo fobia al trabajo.

Lo que de verdad me gustaría es vivir en la ciudad y tener este medio de transporte :



sábado, 17 de septiembre de 2011

Formas de expresión, adulación y subjetividad

Hay dos formas de expresarse; una, sacando lo que uno siente, y otra, sacando lo que piensa debe sentir. La primera es libre, es manera sana y la subjetiva, aunque también en el extremo la que puede llevar a la (¿sana?) locura (¿Cómo puede ser la más sana y peligrosa al mismo tiempo?). La segunda no es genuina, es impuesta por una moral externa, en realidad no expresamos sino lo que se nos ha impuesto que expresemos. Eso genera culpa y nos aleja de nosotros mismos, ¿Cómo podría ser de otra manera tras esa caída en los deseos ajenos? Si una persona sin necesidades económicas dice “dios mío, no tengo trabajo, que desastre”, en realidad no se siente mal por no tener trabajo, ese no es un deseo genuino no satisfecho, no, es un deseo impuesto no satisfecho. ¿Sigue siendo un deseo válido?

¡Rechazar un reconocido puesto de trabajo como escritor! ¿Qué significaría eso? Sé que detrás de ese asunto hay, de una u otra forma, algo importante. ¿Acaso no nos tientan con reconocimientos sociales? ¿Son venenosos estos por si mismos? ¿Qué se puede hacer con la adulación? Sería estúpido dejar de hacer algo que uno quiere solo por el hecho de que vayan a adularle pero también lo sería hacerlo  solo por ese motivo. La adulación es una trampa que nos empuja a hacer las cosas como los otros quieren. La pregunta esencial sería ¿quieres escribir? Y esta debe ser también planteada de forma genuina, no bajo presión.

¿Hay que pararse a pensar en si lo que uno escribe es correcto? ¿Y si no se aspira a más que a una forma de expresión? ¿Cómo iba a ser incorrecto? No puede serlo si no se aspira a la objetivación, si solo aspira a la expresión. Uno puede decir tonterías y estupideces sin control pero, si no se aspira a ser preciso, ni siquiera a ser correcto, sino solo a la pura y subjetiva expresión, será un trabajo bien hecho. ¡No se puede mezclar la expresión con la objetividad! La expresión es subjetiva por naturaleza, en el momento de su realización no puede ser objetivada, pues eso la eliminaría.

jueves, 15 de septiembre de 2011

"Perder la esperanza es la libertad"

Solo encuentro un poco de felicidad cuando renuncio de todo, cuando pierdo la esperanza. Después, me empiezo a ilusionar y se estropea todo otra vez.

"Perder la esperanza es la libertad", sí pero, ¿cómo perderla definitivamente?

¡Quiero ser barrendero!

 ¡Quiero ser barrendero! Joder, basta ya. Toda una vida con el estudio por aquí y el estudio por allá, ¿y para qué? Para acabar en una maldita y corrupta oficina sintiéndome totalmente extraño.

No sé si ese ser barrendero es un deseo genuino, aunque es cierto que me gusta la calle y el contacto natural con el pueblo, pero desde luego me llama más la atención que estar alienado en una maldita consultora haciendo que otra empresa sea más rica. No es que me moleste que la gente sea rica, aunque hay mucho ansia suelto, me molesta ese pensamiento que, con toda la razón, me dice "¿qué mierdas haces aquí?" 

No sé si es la oficina o soy yo, que eso no me gusta, pero me da igual, el caso es que para mí eso es un infierno. Pero claro, ya viene esa intransigente moral que me dice "pero hombre, ¿qué dices? tú que has estudiado una carrera, sabes inglés,... ¿Por qué hacer eso cuando puedes aspirar a mucho más?... Y ¿barrendero? ¿se te está yendo la cabeza?". Menuda trampa es eso. Corrupción es lo que veo en esos comentarios. ¿Aspirar a más? Por dios, ¿qué mierdas tenéis en la cabeza? ¿Por qué tanta gente piensa que hacer números en una oficina es haber llegado a algo? Es algo incomprensible. 

Levantarte sabiendo que no tienes que ver a tú maldito jefe con su moral (que en realidad no es suya, él es solo un engañado más) e irte a trabajar a la calle, a tu ritmo, en contacto con la gente y haciendo algo que sin duda es útil, limpiar las calles. ¡Qué diferencia! ¿Trabajo indigno? No sé, pienso en lo que se hace en muchas oficinas, especialmente consultoras y financieras, y no me atrevería a ponerle ese adjetivo al hecho de limpiar la vía pública.

Sí, el trabajo de barrer no es gran cosa, claro que no, pero comparándolo con la presión y el sin sentido que he vivido, lo veo tan sencillo y natural, veo tan claro que significa ese trabajo y porque se hace... Uno no tiene la sensación esa de "¿para qué mierdas sirve esto que hago?" Me parece uno de los trabajos menos sucios que hay. Menuda paradoja.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Una recomendación: "The pragmatic libertarian" (está en inglés)

No se si alguien que lea este blog tiene interés en la psicología y en el análisis de las relaciones sociales y familiares (aunque supongo es un tema que interesa a todos), sea como sea aquí dejo un podcast sobre filosofía y psicología, "The pragmatic libertarian" (en inglés, es lo que hay), particularmente lo que quiero recomendar es su parte sobre psicología, me parece interesante. El podcast tiene pocos seguidores y me parece a mí que se merece más atención. El chico que lo lleva, Shaun, tiene también un canal de Youtube "Xomniverse".

http://pragmaticlibertarian.libsyn.com/category/Psychology

jueves, 1 de septiembre de 2011

Expresándome

Creo que necesito expresarme, normalmente es algo que hago en mis escritos personales, los que no publico, pero, sin saber bien por qué, quiero hacerlo aquí.

No sé si es una locura esto de contar tu vida por Internet, tus sentimientos. He de reconocer que desde el principio he tenido dudas sobre este blog, sobre si era algo que tuviese sentido o era más bien un lloriquear , un buscar aprobación o quizás un poco de "fama" (estoy obsesionado con las estadísticas del blog, mirarlas se ha convertido casi en un tic).

¿Significa expresarse decir todo lo que llevamos dentro? ¿Y si nos da miedo hacerlo? ¿Es no expresarse estar siendo deshonesto? ¿Por qué nos da miedo expresarnos?

Al escribir esto, al igual que la anterior entrada, pienso que estoy dando explicaciones, en realidad es algo que siento con  mi blog en general. ¿Qué diferencia hay entre expresarse y dar explicaciones? Si un tema lo tienes claro ¿para qué escribir sobre él?, si no lo tienes claro, ¿buscas aprobación? ¿qué te digan que hacer? No sé, a lo mejor me estoy fustigando con esto. Es que no soporto que haya una división entre mi vida interna y la externa, entre como pienso y como me relaciono. Debería ser todo una misma cosa. ¿Para qué nos expresamos? ¿No es la expresión el reconocimiento de un problema? ¿Una persona sin conflicto interno necesita expresarse?

Es curioso, en un cara a cara todo esto lo diría con naturalidad, pero al ser un blog es como que tengo que guardar las apariencias. Es extraño. En el fondo todo lo que digo me parece normal, es mi tono lo me asusta, la vulnerabilidad con que lo escribo. Tal vez, lo único que quiera expresar es eso, que me siento vulnerable. Si, ¿qué pasa? Pero, ¿no es eso suficiente problema como para encima avergonzarnos de ello?

Lo que me parece curioso es que, cuando se acepta la vulnerabilidad, de repente, uno se hace fuerte, es como que te has destapado y ya nadie puede atacarte, pues no hay nada que atacar. Pero, si es así ¿por qué no aceptamos todos nuestra vulnerabilidad? ¿es realmente peligroso mostrarse al mundo tal cual uno es? Para mi, hasta donde me ha enseñado la experiencia, es justo al contrario, pero claro, uno ve a todo el mundo, con sus corazas, y ya no sabe que pensar. Hubo un tiempo en el que me mostraba al mundo libremente y me parecía que esa era, curiosamente, la mejor forma de defenderse en el mundo, aunque en realidad, como digo, no es una defensa, es un no tener nada que te puedan dañar. Eso es algo que he experimentado, quizás por eso todo esto me parece tan absurdo.

¿Vergüenza por existir?

No se, quiero irme a recorrer el mundo, a donde sea, pero algo me retiene aquí ¿Por qué mantener una situación de infelicidad donde me siento atado de pies y manos, donde no me siento libre ni respetado? A veces veo tan sencillo coger e irme... sin embargo, después viene un miedo tremendo, algo me dice "¿como osarás a irte? Eso es muy peligroso...¿que vas a hacer tu solo por el mundo?". No se si es la voz de mi padre o la de toda la sociedad que me mete miedo. ¿Será realmente una irresponsabilidad coger e irse? ¿Tengo que dar explicaciones a alguien? Yo no lo creo, sin embargo, otro pensamiento me dice "no, no puedes irte así por las buenas, las cosas no funcionan así".

Algo no funciona y me siento atrapado en este escollo, bloqueado. Mi gran duda es si debo ser paciente y esperar, hasta ver las cosas claras, o si ese esperar es una trampa. No se si, en este esperar, me estoy pudriendo.¿Por qué no cojo y simplemente me voy? Aquí no tengo nada, solo malos recuerdos, gente a la que no me apetece encontrarme y una familia que no es más que apariencia ¿Irme sería huir? ¿Huir de que? ¿de mi mismo? En realidad no se bien que significa eso, yo conmigo mismo no tengo problemas, es esta maldita moral que me han metido. Yo estoy muy a gusto conmigo mismo pero claro ¿como se si ahí fuera, solo, voy a ser yo mismo o voy a sentirme como una mierda, avergonzado? En realidad no se que puede pasar. ¿Agobiarme por estar solo? ¿No es eso una paradoja estando ya solo como estoy? Por que mi familia esta por aquí pero estoy solo. No solo eso, aquí tengo la presión de aparentar que todo esta bien, de ver como sufren al ver que no soy cómplice de sus mentiras.

Se que yo mismo puedo salir adelante solo, eso es seguro, me tengo en muy buen estima, el problema es que no se cuanto queda ya de mi mismo. No se si eso es una contradicción pero es así como me siento. Cuando pienso libremente, me veo capaz de todo, la vida me parece sencilla, sino en lo práctico al menos en lo psicológico, pero, cuando se me echa encima la moral y la vergüenza, todo se viene abajo de repente. Esa es mi cruz, ese sentir que hay algo en mi inadecuado de lo que me avergüenzo, algo que no sabría describir, que no se que es. Es como si fuese sencillamente vergüenza por existir.