lunes, 12 de marzo de 2012

De muy mala hostia

Hoy estoy de muy mala hostia, tengo una enorme rabia dentro. Estoy de mala hostia por tener que hacer el paripé un día sí y otro también, o quizás, y aún peor, por hacerlo sin necesidad. En serio, soy un pringado, un tonto. No solo sufro la mentira y la corrumpción del día a día sino que encima me la creo, llego incluso a ilusionarme, a creer que mi vida está bien. Ilusionarse en el sufrimiento más absurdo, ¡qué puto desastre!

Sé que esta mala hostia es lo mejor que tengo en este momento, la alternativa es sufrirla en silencio, sufrir ( o ilusionarse) sin tener conciencia del tormento interno. Nada sería más estúpido que reprimirla.

No me apetece explicar que me llena de rabia, cuando uno está realmente cabreado no quiere dar explicaciones, solo quiere expresarse. Después ya pondremos orden a este torbellino. Solo diré que la estupidez me mata. ¿Qué estupidez? Coño, echar un vistazo a cualquier cosa y la veréis. Está por todos lados.

1 comentario:

  1. Si pues, yo también estoy enojada por tanta estupidez que hay por todos lados y no se puede hacer mucho.

    ResponderEliminar