lunes, 14 de noviembre de 2011

Angustia al despertar.

Hoy, como muchos otros días, me he levantado con ansiedad, o con angustia, para ser más exactos. Es curioso, en esos momentos en los que uno está despertándose, donde no se está ni totalmente despierto ni totalmente dormido, tengo la impresión de estar más en contacto con mis sentimientos que durante el resto del día. Según me voy despertando, esa angustia tiende a desvanecerse. No desaparece, más bien pierdo el contacto emocional con ella. Intento retenerla, pues considero que es importante no desconectarse y ver qué significa, pero apenas puedo, es como si no estuviese preparado para sentir eso. Se difumina, como los sueños.

Me levanto y me visto rápido, quiero salir a pasear antes de que se difumine del todo. Salgo de casa y me voy a pasear por un bosque cercano. Me gusta pasear por el campo, especialmente días como hoy, con todas las hojas caídas del otoño y el frescor del campo después de una noche de lluvia. Había crecido incluso hierba. Sí, las condiciones perfectas para un paseo. Usando una pequeña cámara que desde hace un año uso a modo de vídeo-diario (una cosa que se me ocurrió hacer de repente un día y que creo ha sido bastante útil) intento expresar esa angustia para quitármela de encima, pero no me sale, es como si no pudiese acceder a ella. Al final, comento otras cuestiones que, aún interesándome, no van al fondo de la cuestión. Tengo esa sensación de que se me está escapando algo importante.

Creo que esa angustia esconde las cuestiones emocionales que tengo pendientes, lo que me hace sufrir y tengo que trabajar, de ahí ese salir rápido a pasear con la cámara. Es un intento de soltarlo rápido para que no se me escape, por así decirlo, pero no parece tan sencillo. Quizás, si le cuesta salir, sea porque aún no estoy preparado para gestionar ese asunto. Pero, claro, al saber que son cosas que tengo pendientes me sabe mal que se queden ahí aparcadas. Es ese no saber bien cuando forzar, por pensar que me estoy acomodando, o cuando dejar estar y tomarlo con calma, por pensar que me estoy presionando. 

Después del paseo llego a casa y me pongo a hacer otras cosas. Sí, estoy más o menos tranquilo, el paseo me ha sentado bien, pero sigue esa sensación, aunque ya muy de fondo, acallada por la rutina del día a día, de que falla algo. En realidad, sé más o menos por donde van los tiros (temas familiares, haber llevado una vida alienada,...) pero una cosa es un darse cuenta intelectual, por así decirlo, y otra, darse cuanta realmente, viendo las cosas tal cual son, sin decoros y sin dejarse nada. 

12 comentarios:

  1. ¿Y si buscas en tu interior qué es lo que te falta? Puede ser que lo que sea que busques lo tengas ahí y ni te has dado cuenta.


    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. si si, ahí es donde lo busco :) al menos eso creo

    saludos

    ResponderEliminar
  3. "Anónimo": Sí, a sus órdenes mi capitán

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me siento identificada contigo,casualmente hoy me he decidido a mirar si esto sucede a mas personas...deseo poder cambiar esto...un saludo

      Eliminar
    2. A mí me parece claro que, cuando nos despertamos, es cuando más en contacto estamos con nuestras angustias (esas que se tapan con el trajín del día a día).

      Yo creo que, más que solo cambiarlo, tiene que ser gestionado y entendido. Como todos los estados emocionales.

      Un saludo.

      Eliminar
    3. Yo siempre quiero morir al despertar

      Eliminar
  4. yo muero al dormir, la angustia es por el esfuerzo que hago para resucitar cada mañana.
    vito

    ResponderEliminar
  5. Estuve buscando en google de que se trata la angustia al despertar y di con este texto. Es increíble la claridad con la que describes esa sensación... Yo llevo varios meses así, haciendo poco o nada por trabajarlo, estoy tratando de entender como.

    A 6 años de haberlo escrito, cuéntame por favor,¿lograste algún avance?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tambien yo llegue aca por la misma razon. Al despertar cada mañana me viene angustia por temas que durante el dia no me afectan. Me pasa de toda la vida. Es como que a la noche se libera alguna droga que hace ese efecto porque nada mas que levantarme se me pasa y siempre es igual.

      Eliminar
  6. Yo también conosco esté tema,lo he vivido por largos periodos en mi vida,per p logre vencerlo no con siquiatra o sicólogos, menos con pastillas, encontré la fuerza através de un real busqbúsq de Dios, estoy orando las 15 llagas de jesucJesuc,dictadas por Él a STA Brígida y desde ese día,cada amanecer es un Gracias Padre,por tener un día más para vivir y aprender a Caminar junto a el,Amo cada segundo de Vida es un regalo despues de que lo unúni que quería era Morir,y el amanecer era lo más difidif de enfrentar,lloraba cada vez que escuchaba los pájaros anunciado el amanecer.

    ResponderEliminar
  7. Hola hermanos de la vida,hoy buscando explicación para la sensación de angustia al despertar me he encontrado con ustedes,veo que somos muchos los que compartimos esa emoción,seguiremos buscando...les envío un abrazo y mi deseo de paz y amor para todos.

    ResponderEliminar