jueves, 14 de julio de 2011

¿Por qué escribo este blog?

¿Por qué escribo este blog? es una pregunta que ni yo mismo se contestar fácilmente. Supongo que estoy en un momento difícil de mi vida y necesito expresarme de alguna manera. Hace algo más de un año rompí con todas mis relaciones sociales y dejé mi trabajo de los fines de semana. No fue una decisión a la ligera, estaba realmente harto y necesitaba un tiempo para mí. De romper con mis relaciones sociales lo que más me costó fue cortar con mis amigos de toda la vida, más que nada por la culpa que me generaba, no por echarles de menos y eso (de haber sido así no los hubiese dejado). 

Por otro lado, hace algunos años que me doy cuenta de que mi familia es una farsa, y esto me ha hecho mucho daño, quizás lo que más de todo. Desde fuera es la familia perfecta y eso me jode aún más, porque parece que uno está paranoico pero, para mí, eso de la "familia perfecta" es pura apariencia. ¡Ni mucho menos es la familia perfecta!. En mi familia reina la ley del silencio, no se habla de nada profundo, nada que vaya al fondo de las cosas. Mi familia no es mala gente, más bien son unos buenazos tontorrones, y no lo digo como crítica, es más bien un hecho en el  que creo puedo incluirme. Son unos tontorrones cobardes que no hablan nunca de nada serio, cuando los problemas familiares abundan, empezando por el de no hablar de nada. ¿Les exime el ser tontorrones e ingenuos de no afrontar las cosas y escurrir el bulto ante los problemas? No lo sé. Para mí, el no comunicarse, y obviamente, como consecuencia, el no conocerse, me parece algo absurdo y surrealista de por sí. Se supone que la comunicación es el pilar básico de cualquier relación y que la familia es la institución social más importante. ¿Entonces? Para mi, si soy honesto, mi familia es un conjunto de desconocidos que solo se preocupan de que todo este "normal" y hacer lo que "hay que hacer". Es una locura.

Lo peor de todo es que, desde el punto de vista social, mis amigos y mi familia parecen normales. Y lo son. En este sentido no eran peor que lo que veo normalmente, no tenía amigos que me insultasen y me faltasen al respeto (bueno, con alguna excepción) ni padres que me pegasen ni me maltratasen sexualmente. Aunque, a decir verdad, mi padre si me pegaba ocasionalmente, pero a palma abierta y cada mucho. Son normales, pero a mi me parecen totalmente falsos, superficiales y sin ningún interés por empatizar conmigo ni con ningún miembro de la familia. En ese sentido, me parecen dañinos. Claro, esto me sitúa entre las personas que piensan que la sociedad está en general bastante mal, aunque siempre hay excepciones (al menos eso espero)

¿Por qué escribo este blog? No lo sé con seguridad, quizás esperando que alguien sienta alguna conexión quiera comentar algo, que alguien que haya pasado por esto quiera compartir su experiencia. No sé, de todas maneras escribo mucho para mí, tampoco me cuesta nada colgarlo en la red y, si hay alguna respuesta interesante, que tenga algo que aportar, pues bien, si no, pues me quedo como estoy.

Creo que hoy estoy particularmente dolido, es uno de esos días que me doy cuenta que estoy pasando por mucha mierda. La verdad es que me están derrumbando mis esquemas de vida y jode mucho. Ya sabía que esto iba  a pasar si tomaba las decisiones que he tomado y estoy tomando, las que creo son las correctas, pero eso no me quita el dolor y el miedo. Verse solo acojona. También me duele el no verme a la altura de las circunstancias, no termino de tener los pies en la tierra y ser consecuente, en ese sentido estoy muy tenso y sin saber que hacer , no sé bien hacía donde tirar, me quiero deshacer de los apegos y las mentiras pero me cuesta pisar firme y tirar hacía delante. 

lunes, 11 de julio de 2011

Tenso y sin saber que hacer

Son las 23:30, estoy en mi cuarto tenso y aburrido. No sé, quizás me vendría bien estar con alguna chica maja aquí, no solo para hacer "guarreridas" sino para tener un poco de cariño. Sí, quizás eso no estuviese mal. Hace bastante tiempo que estoy solo. En realidad, si quiero ser sincero, siempre lo he estado, o casi siempre. ¡Qué difícil me resulta que eso no parezca dramático! No quiero ser dramático pero tampoco dejar de decir las cosas tal y como son; no sé si me entendéis. 

Aunque, ahora que lo pienso, y sin desechar del todo el tema de la chica, creo que lo que más  me gustaría es activarme, hacer cosas por mí mismo. No sé, estoy aquí en mi casa un Lunes por al noche y en teoría no hay nada que hacer, excepto dormir e irse mañana a trabajar, como dirían muchos que yo me sé, pero yo no me siento así; tengo ganas de acción. Eso sí, acción que salga de mí. Digo esto porque casi nunca, incluso en mis etapas más activas, he hecho mucho lo que yo quería, más bien lo que "debía" hacer. Bueno, algunas veces sí, tal por eso lo echo tanto de menos. Ya sé que mal de muchos consuelo de tontos pero sé que en eso no estoy ni mucho menos solo en este sentido. Por cierto, tampoco tengo trabajo, ni ganas de buscar por ahora.

Estoy pensando desde hace unos días cogerme la bici y hacerme una ruta por Europa, había pensado ir desde París hasta Londres. No es tanto, lo podría hacer en diez días y por unos seiscientos euros (en plan mega cutre, eso sí). Pero hay algo que me echa para atrás, no sé bien que es. Creo que tal vez sea la responsabilidad de hacer algo solo por mí mismo, tal vez temo torturarme si no sale bien, tal vez temo juzgarme a mí mismo con pensamientos como "¿para qué cojones te haces un viaje solo por Europa? ¿quién te manda?". Me cuesta hacer las cosas sin la aprobación de alguna autoridad (como duele admitir eso)

Qué de dudas, ni siquiera sé por qué escribo esta entrada, no sé que me motiva a hacerlo, tal vez expresarme libremente y a ver si a alguien estas palabras le suenan familiares. No sé, tal vez esté sintiendo lástima por mí, tal vez es un justificarse ante el mundo por no saber bien qué hacer. La verdad, no sé si esta entrada puede interesar a alguien o es una gilipollez. He sido sincero, al menos eso creo (La dificultad de ser sincero), ¿hace eso interesante la entrada? 

No sé qué decir, estoy extrañado ante el mundo, pensando "¿qué hago yo por aquí?". En realidad este es un punto al que quería llegar, después de haber llevado una vida conformista y pasiva haciendo cosas que, no solo no me interesaban, sino que mataban mi espíritu. ¿Y ahora qué? Creo que esa es una pregunta interesante, pregunta que aún no puedo hacerme completamente, pues tengo aún mierda que  quitarme de encima. No sé si me entendéis, todo eso que no nos deja expresarnos libremente y actuar de acuerdo a nuestro juicio (relaciones toxicas, ideas que nos limitan, complejos, apegos,...). Supongo que si uno puede llegar a plantearse esa pregunta a fondo es como volver a empezar, puede llegar a ser un sencillo "bueno, ¿Y ahora qué?". Me encantan esos momentos de desapego, parece que acabas de nacer. Ese es uno de mis grandes deseos, volver a sentir esa libertad, ese poder pensar y moverse sin condicionamientos ni la carga del pasado. Es un "bueno, aquí estamos el mundo y yo, ala, ¿a ver qué hacemos?".  

jueves, 7 de julio de 2011

"Yo no salgo"

En un verano, hace bastantes años, recién llegado a la zona de playa a la que solía ir a veranear, le pregunté a Pablo, un chico de mi grupo de amigos de la urbanización, si esta noche iba a salir. Se lo pregunté con toda naturalidad, pues es lo que se hacía los fines de semana. Me respondió algo que me dejó atónito: "yo no salgo". Así, sin más. Me lo dijo sin ningún gesto de justificación, me lo dijo con firmeza y seriedad, como si respondiese a un comentario ofensivo o que esconde alguna segunda intención. Me quedé extrañado, nunca había oído a nadie decir eso, para mí salir era sencillamente lo que se hacía. Me impresionó pero no le di tampoco demasiadas vueltas, eso sí, no se me olvidó.

Hoy, quince años después, me ha venido esa historia a la memoria, creo que empiezo a entender a Pablo, aunque he necesitado muchas borracheras innecesarias y muchas situaciones absurdas para darme cuenta. Salir no es una obligación. Es curioso, su comentario nunca lo llegué a pensar y a comprender del todo, sin embargo fue algo que me inspiró respeto. Sí, me inspiraba respeto, aunque sin saber bien por qué. 

Quizás, lo que me hizo definitivamente pensar en esto fue la observación del filósofo Slavoj Zizek, quien comenta que hoy en día existe un "mandato al goce", se nos obliga a divertirnos. Al verlo pensé "sí, totalmente, eso es".


sábado, 11 de junio de 2011

A ver quien pincha mejor

Uno de mis hobbys ha sido pinchar, mezclar música, algo que me ha llegado a gustar mucho y me ha hecho sentir cosas difícilmente explicables con palabras. Sin embargo yo, y muchos otros, cometimos un error "imperdonable", nos dedicamos cada vez más a ver quien pinchaba mejor que los demás, en vez de disfrutar el propio mezclar o, en última instancia, la música. Creo que eso fue algo general cuando se popularizó el tema de pinchar y ya se sabe que pasa cuando las cosas se comercializan y masifican. Estoy ahora escuchando una sesión y me ha venido esto a la cabeza,  me doy cuenta la magnitud del error. Esto, aunque quizás lo comprenda mejor alguien que haya pinchado y se haya metido en estas competiciones de ver quien es el mejor, es válido para cualquier arte, en realidad es válido para caso todo. Es válido tanto para el pincha, para el cantautor que está en el escenario como para quien va a bailar a un club (y está más pendiente de su imagen que de expresarse o pasarlo bien). El concepto es el mismo, se trata de expresarse libremente, de hacer lo que realmente sintamos en vez de marear, querer demostrar no se que o querer ser como alguien que consideramos mejor.

Madre mía, se trata solo de escuchar y disfrutar la música, ya ni si quiera hablo de mezclar bien, pues las mezclas tienen que estar al servicio de ese disfrute. ¿Como se puede perder tanto al olvidarse del disfrute y el expresar sentimientos para entrar en ese estúpido juego?

Mi obsesión  particular era por la técnica, que llego a  anular la esencia del DJ, es decir el expresarse a través de la música y el trasmitir emociones a la pista de baile (si pinchas en un club). La técnica era mi forma de querer llegar a "ser mejor". En vez de bailar mientras pinchaba estaba con la cabeza agachada en la mesa obsesionado con que la ecualización fuese perfecta. La técnica está muy bien y es muy necesaria, pero esta  tiene que estar al servicio de la emoción, al servicio de la expresión, pues hablamos de arte. De hecho, ocurre un fenómeno curioso, al estar conectado con la música, tendemos a ser técnicos de una manera natural, pues lo que nos nace es que las mezclas suenen bien y que cada tema entre en el momento y de la forma adecuada (de repente sentimos que hay que ir descargando graves y sacar el tema en el siguiente compás). Uno de los pinchas que más me han impresionado en este sentido era DJ Nano, en sus sesiones en el Arena, allá por el 2000. No era muy técnico, pero tenía la esencia del DJ, sabía transmitir emociones y lo hacía por que el mismo las sentía y las expresaba. Con todo lo que trasmitía no me paraba a pensar "uf, se le ha ido un poco el tema"

Se que no digo nada nuevo con esto, que es el clásico "ser uno mismo o venderse" pero se me hace tan evidente que quiero decirlo.


Esta es la sesión que estaba escuchando,a a ver si a alguien le entra también la inspiración....


martes, 7 de junio de 2011

Tiempo para uno mismo y presión por trabajar

Hace algún tiempo, quizás algo más de un año, que me retire voluntariamente de la vida laboral, estaba harto de lo que hacía y quería tomarme un tiempo para mí, quería dejar de llevar una vida alienada e intentar descubrir que es lo que quiero hacer o , al menos, hacer algo donde no me sintiera tan extraño. En realidad no me retiré solo de la vida laboral, también cambié en otros aspectos, pero hoy es el tema del trabajo lo que me angustia. 

Tomarme mi tiempo me parecía lo más sensato teniendo en cuenta que lo que hacía no tenía ningún sentido para mí y sabiendo que la vida no tiene porque ser ese sentimiento de esclavitud y extrañamiento. Sigo pensando lo mismo pero tengo una angustia tremenda a estar "echándome a perder", a estar "bajándome del tren" y ese tipo de pensamientos. Mi pregunta es si esos pensamientos son realmente correctos y sanos o si, por el contrario, me empujan hacía la zona en la que tan mal lo pasé y tan perjudicial era para mí.

Sin duda, al estar un tiempo sin trabajar ,el mercado laboral te va rechazando, eso es un hecho más o menos objetivo, aunque siempre hay alguna opción o se puede hacer alguna triquiñuela si quieres volver. Yo estudié economía y he trabajado un año en una consultora, y eso, para mis casi treinta años es muy poca experiencia, tengo muchos "huecos". Después he trabajado como un año y medio en trabajos no cualificados mientras estudiaba malamente una oposición (en gran medida como excusa para poder pensar que estaba haciendo algo "decente"), pero eso, para el currículo de un universitario, no cuenta. Eso hasta que hace más o menos un año decidí tomarme este tiempo para mí.

Cuando decidí tomarme un tiempo para mí no lo hice con un objetivo concreto ni me planteé estar un  periodo determinado, sencillamente me retiré por necesidad, para salir de esa alienación. Me lo planteaba como un "me tengo que quitar esto de la cabeza y luego que sea lo que tenga que ser". Se trataba de "irse de" no de "ir hacía".

Me angustia la idea de estar tomándome este tiempo para mí, tengo la sensación de que es algo malo. Desde luego que, desde el punto de vista de la presión social, me agobio, el mensaje que percibo se podría resumir en un "pero tío ¿que haces?, tienes que trabajar, ¿que haces ahí intentando buscarle el sentido a las cosas, te vas a volver loco?". De la misma manera que con la presión por trabajar, veo una presión a no pensar por uno mismo, a no poder parar y tomarse las cosas con calma. Claro que uno también se acojona y piensa "¿se me estará yendo un poco la olla con esto?"

Supongo que se trata de analizar las cosas al detalle y analizar detenidamente el problema, ver a que me refiero con querer decidir por mi mismo, si hay alguna inmadurez en mi actitud,  ver si esas presiones tienen algo bueno que decirme o solo hay que desecharlas, etc. Ver que me sucede, en definitiva. Pero claro, me pongo a analizar estas cosas y me asaltan pensamientos tipo "deja ya de pensar y ponte a trabajar". Dios, entonces ¿que hago? ¿Cojo un trabajo al azar, el primero que se me ocurra? Si  ya, ese es el otro extremo...

jueves, 2 de junio de 2011

¿Sufrir por sufrir?

A veces pienso que existe cierta apología al sufrimiento, como si sufrir fuese algo bueno y estar a gusto y relajado algo indecente. Ahora mismo, desde un punto de vista de etiquetas sociales (trabajo, vida social, amor, familia,...), que no necesariamente desde mi punto de vista, las cosas no me van bien, y siento una extraña presión hacia el sufrimiento y la auto-tortura emocional. Algo en mi cabeza me dice "no deberías estar a gusto con el panorama que tienes", me obliga a "ponerme en vereda y ser un hombre decente", sin embargo, todas esas presiones me parecen de lo más improductivo, no las entiendo.

 Presión por trabajar (aunque no te urja, tengas ahorros y nadie a tu cargo), por tener vida social (aunque estés en un momento en el que, después de haber arrastrado largo tiempo relaciones absurdas, prefiero estar más bien tranquilo), por tener novia (¿desde cuándo la presión por encontrar a alguien ha ayudado en el amor?),...Quieren que me sienta mal por no tener todo eso, la verdad es que es una cuestión que no se como enfocar, tampoco me siento tan mal. O sí, pero es más bien por esas presiones. Menuda paradoja.



El fraude de "El secreto" sigue entre los más vendidos

Acabo de ver un recorte de periódico de hace un mes con la lista de los libros más vendidos y allí estaba, "El secreto". Aún sigue en las listas de los más vendidos de no ficción (¿no ficción?), en sexto lugar. Me echo las manos las manos a la cabeza cuando veo este tipo de cosas, ¿cómo es posible que un embuste tan colosal y cutre siga vendiendo millones de libros? Ya sé que el pensamiento crítico y el sentido común no están demasiado extendidos pero esto parece no tener límites. 

¿Qué tiene de malo "El secreto"? Para empezar no es ningún secreto, como nos quieren hacer creer desde el primer momento, es un simple invento, una mentira ¿Dónde están las pruebas que demuestren que el pensamiento tiene poder para atraer cosas? En ningún sitio. De todas maneras, suponiendo que el pensamiento tuviese esos poderes ¿Qué nos propone el libro que hagamos con ello? ¿Acabar con las guerras, el hambre, la corrupción o la injusticia? No, nada de eso, nos sugiere buscar riqueza y alcanzar el éxito No sé bien que entenderá esa gente por éxito, pero desde luego yo no lo quiero.

Es un libro perverso porque juega con las esperanzas de personas que sufren, pues mucha de la gente que lee ilusionada el libro o ve la película (sí, también hay una película) está sufriendo, está perdida, y nada más vil que engañar al desesperado vendiéndole mentiras insultantes, diciéndole que con solo pensar en positivo todos sus males van a desaparecer. 

Después está la gente que, sin estar tan desesperada lo lee con cierto desapego (lo lee porque dicen que es muy bueno), pero sin dejar de censurar la irracionalidad. Son personas que, si atravesasen un bache emocional, podrían llegar a tomárselo más en serio.Y no me parece nada productivo entrar en comentarios vagos y con concesiones, eso de "bueno, cada uno lo interpreta como quiere, tampoco hay que tomárselo al pie de la letra, a mi tía le funciona...". No, es una  mentira ridícula y sin escrúpulos, nada de concesiones.