jueves, 7 de julio de 2011

"Yo no salgo"

En un verano, hace bastantes años, recién llegado a la zona de playa a la que solía ir a veranear, le pregunté a Pablo, un chico de mi grupo de amigos de la urbanización, si esta noche iba a salir. Se lo pregunté con toda naturalidad, pues es lo que se hacía los fines de semana. Me respondió algo que me dejó atónito: "yo no salgo". Así, sin más. Me lo dijo sin ningún gesto de justificación, me lo dijo con firmeza y seriedad, como si respondiese a un comentario ofensivo o que esconde alguna segunda intención. Me quedé extrañado, nunca había oído a nadie decir eso, para mí salir era sencillamente lo que se hacía. Me impresionó pero no le di tampoco demasiadas vueltas, eso sí, no se me olvidó.

Hoy, quince años después, me ha venido esa historia a la memoria, creo que empiezo a entender a Pablo, aunque he necesitado muchas borracheras innecesarias y muchas situaciones absurdas para darme cuenta. Salir no es una obligación. Es curioso, su comentario nunca lo llegué a pensar y a comprender del todo, sin embargo fue algo que me inspiró respeto. Sí, me inspiraba respeto, aunque sin saber bien por qué. 

Quizás, lo que me hizo definitivamente pensar en esto fue la observación del filósofo Slavoj Zizek, quien comenta que hoy en día existe un "mandato al goce", se nos obliga a divertirnos. Al verlo pensé "sí, totalmente, eso es".


2 comentarios:

  1. Hoy en día el sueño que se lleva es hacer muchas cosas divertidas y contarlo todo, remover las envidias dormidas. Pasarse un sábado leyendo a Dante es anti- cool, ponerte ciego al licor de moda y subir fotos con tías guapas al instagram es Súper cool (siempre que estén a la moda del grupo al que pretendes integrarte, claro) . Me ha gustado tu blog, y tus vídeos de youtube. Volveré (así con voz de Constantino). ¡Un saludo!

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    1. :) Me alegro que te guste.

      Sí, la tiranía del estar "feliz", del estar siempre ocupado (no se te ocurra estar tranquilo contigo mismo, loco).

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