lunes, 25 de julio de 2011

Movimento 15M. Cada huevo en su cesta

Mi opinión es que el 15M es una forma mediante la cual sus participantes canalizan, erróneamente, sus problemas personales, "poniendo huevos en cestas que no corresponden". Lo que yo veo son principalmente gente joven que se "queja por quejarse" (ojo, que expresarse y quejarse está muy bien y es muy necesario, pero con lo que corresponde), jóvenes que curiosamente no son los afectados directamente por la crisis, como lo son las familias donde ningún miembro trabaja o las personas desempleadas sin ninguna red de apoyo. También hay muchas personas que ya estaban en una situación económicamente complicada antes de la crisis, aunque en gran medida elegida por ellos como forma de vida (lo que me parece respetable), y que aprovechan la crisis para "armar ruido". Son los "perroflautas". ¿Por qué se quejan si han elegido esa forma de vida? La verdad es que, en términos comparativos, veo poco a los verdaderos afectados por al crisis y desde luego no veo que sean los que manejen el cotarro.

Todos tenemos problemas y, si en vez de ir trabajándolos, comprendiéndolos y sacándolos, nos los tragamos, como en mi opinión sucede a menudo, en estas circunstancias se hace muy tentador expresarnos bajo el lema "el sistema es una mierda" cuando surgen movimientos de este tipo. Eso es lo que, en mi opinión, están haciendo la mayoría de los manifestantes. Yo no digo que no haya injusticias ni que no haya que alzar la voz contra ellas, por supuesto que hay que hacerlo, pero hay que ser justos y expresarse ordenada y racionalmente con lo que de verdad nos duele, con lo que de verdad causa los problemas. Vamos, no echar balones fuera. Y, para ello, es necesario un esfuerzo de comprensión y madurez para analizar y reconocer cada situación personal y ubicarla en el contexto social, en vez de  sencillamente bajarse a la "mani" porque nuestros amigos van (y no vamos a ser menos, claro) y gritar  cosas como"no hay café pa tanta lechera (furgonetas de la policía antidisturbios)", comentarios que obviamente no son serios, como mucho graciosos, si uno está de humor.  En serio, lo vi hacer ayer y resultó muy desconcertante, da una imagen muy poco seria. También vi cantidad de insultos cargados de odio injustificado hacía la policía, la verdad es que pensé "no me extraña que después alguno se lleve un porrazo". Y, si alguno se lleva un porrazo injustamente, no puedo sino pensar que, al menos en parte, se debe a esos provocadores.

Personalmente estoy pasando un momento difícil por varios motivos (familiares, laborales, de amistades, de desengaños y ruptura de esquemas mentales,...) y para mí sería muy fácil salir a la calle, fundirme con la masa y empezar a echar balones fuera gritando "el sistema es una mierda". Pero eso me parecería  inapropiado, improductivo y sencillamente injusto. He bajado un par de veces a ver las manifestaciones, para ver que se cuece, y la verdad que se respira cierto bienestar de grupo, uno se siente de alguna manera acogido viendo a la gente unida luchando por una causa,  pero ese bienestar es por la propia unión de las personas, que en si misma es bonita, no es porque se estén enfocando las cosas correctamente. Estoy convencido que, en la Alemania nazi, en las grandes concentraciones del pueblo y el ejercito, con Hitler a la cabeza, uno se podía sentir también muy seguro y con una gran sensación de pertenencia. Creo que confundir el "éxtasis de grupo" con la racionalidad y hacer las cosas con sensatez es un error que puede ser peligroso. 

  Echar la culpa al sistema de una manera tan directa solo me parecería razonable en una dictadura. En el mundo en que vivimos, la democracia occidental de libre mercado socializada (aunque habría que hacer matizaciones por países), el sistema más libre y justo que, hasta donde yo se, se ha conocido, echar la culpa de todo al sistema me parece, cuanto menos, excesivo. Además, la palabra sistema es ambigua, decir el sistema a secas, sin precisar con concreciones, es un reduccionismo enorme, como si fuera algo muy sencillo  que simplemente estuviese mal. Creo que se trata de separar lo bueno y lo que tanto a costado conseguir, como las libertades (de expresión, de asociación,...) o la creación de riqueza, de lo malo, como los excesivos precios de la vivienda o la corrupción.  Se trata de hacer críticas concretas, ordenadas y fundamentadas.

Una de las cuestiones que a mí personalmente mas me preocupan de la sociedad actual, lo que me realmente parece un problema serio, es toda esta obsesión por tener éxito, seguridad o, al menos, por encajar, por ser "normal", obsesión que nace de la falta de comprensión de uno mismo y del mundo y que son potenciadas por la publicidad, la industria de la moda o las corporaciones (con sus modelos de éxito), entre otros, quienes nos dicen que tenemos que ser esto o lo otro para poder sentiros a gusto. Y nos tragamos toda esta mentira por nuestra incultura, por no pensar crítica y objetivamente por nosotros mismos, por identificarnos con la masa, que es lo más cómodo. Al no ser personas independientes, que se sustentan sobre sus propio juicio, sentimos miedo y buscamos la seguridad a cualquier precio, el "sálvese quien pueda". Así, pasamos a estar a expensas de lo que instituciones o grupos de moda digan.  Eso si me parece un problema serio, por esto yo sí saldría a la calle.

Como yo lo veo, el sistema no es el principal problema social, lo que no implica que no haya problemas o insuficiencias de tipo institucional o económico que haya que tratar. Con un sistema como el que tenemos, las cosas podrían ir mucho mejor si las personas fuesen intelectual y emocionalmente independientes y, si en vez de estar apegadas a las ideas de éxito, consumismo o conformismo, creasen su propio destino y resolviesen sus propios problemas basándose en la razón y el conocimiento. Sin embargo, no creo que sucediese lo mismo si se diese un cambio de sistema (no se me ocurre cual) sin un cambio en las personas. Esta transformación personal supone, no solo no dejarnos engañar,  por ejemplo comprando cosas que no necesitamos o aceptando hipotecas que no sabemos si podremos pagar, sino también un tener más conciencia a la hora de vender humo o engañar a la gente, por ejemplo. El cambio empieza por uno mismo.

El mundo está lleno de injusticias, sin sentidos e irracionalidades, desde las ambiciones desmedidas  hasta la la incultura o la identificación ideológica que se antepone al sentido común, con todo lo que eso provoca (guerras incluidas, por supuesto) pero son las personas las responsables, que empiezan siendo victimas para ser, más tarde, víctimas y verdugos de esta forma de vivir. Decir que es culpa del sistema es una generalidad muy ambigua, un echar balones fuera para no coger el toro por los cuernos y empezar a ver las cosas con más realismo y responsabilidad, pues cada uno de nosotros, con nuestras actitudes y visiones sobre el mundo, también afectamos también al estado de las cosas. Y mucho. Quejémonos, si, pero con aquello que causa realmente los problemas y, de paso, mirando también nuestro propio ombligo, que nunca está de más.

Creo que sería muy sano que cada manifestante se preguntase honestamente "¿Por qué estoy aquí?", "¿Ha sido una decisión propia meditada o un "dejarse llevar" por lo que otros dicen?","¿Realmente es por el sistema o estoy aprovechando esto para sacar todos mis asuntos personales?" Se que hay gente que realmente tiene por lo que quejarse pero, por lo que yo he visto, no está  muy representada por ese movimiento. En realidad pienso que les perjudican, por la falta de seriedad.

Hay mucho por lo que moverse y hay mucho que expresar pero, por favor, cada huevo en su cesta.

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