sábado, 16 de julio de 2011

Ir a lo tuyo

Ayer, después de haber pasado unos días algo agobiado, me vino una idea a la cabeza que me tranquilizó y me hizo ver las cosas más claras. Es curioso, esto me vino después de salir a dar un paseo en el que me sentí triste y solo, no esperaba despejarme precisamente después de ese momento. Al llegar a casa me puse a ordenar mis pensamientos en una pizarrita pequeña que tengo y, después de pensar un rato en la esencia de las relaciones sociales, sobre que es lo realmente importante y valioso en ellas (una de las cosas que me agobia es la idea de la soledad ), lo vi claro: se trata de ir a lo tuyo.

Claro, hay que explicar que quiero decir con eso. Ir a lo tuyo es no hacer nada que no consideres correcto hacer, es no hacer nada por conformismo, es no hacer nada de manera forzada, en el sentido de autoconvercerte que es lo que deberías hacer, cuando no es sino una presión exterior. Hay veces que a uno le fuerzan a hacer cosas y se prefiere seguir las obligaciones a no sufrir las consecuencias, como es el caso de   cumplir las leyes, sin embargo, esto, si no se interioriza el mandato como un "sí, es lo que debe hacer", sigue siendo ir a lo tuyo. Tienes claro que, si no te obligasen por la fuerza, no lo harías, así que, no existe alienación.

 Así, si te invitan a una cena de empresa y no te apetece ir ni ves ninguna utilidad en ello sencillamente no vas, si no te apetece ir de vacaciones con tus amigos ese verano no vas, si te apetece estar dos años sin trabajar pues no trabajas, etc... Inmediatamente, al decir esto, te responden con un "si pero no puedes ir a lo tuyo" o "hay cosas que hay que simplemente hay que hacer", con lo que no estoy nada de acuerdo, si puedo ir a lo mío y no hay nada que tenga que hacer.

Evidentemente todo tiene unas consecuencias y hay que tratar con ellas. Un ejemplo claro es el de no trabajar, para mí es totalmente moral no trabajar, pero claro, hay que asumir las consecuencias. Si no trabajas no ingresas dinero, así de sencillo. Yo, por ejemplo, ahora no trabajo, y no lo hago porque sencillamente en este momento no quiero, no me interesa, sin embargo, soy responsable con el tema del dinero, vivo muy humilidemente de los ahorros de cuando trabajaba. No salgo a cenar, no me voy de vacaciones, no compro la ropa innecesaria ni me doy caprichos. Renuncio  todo eso por tener la libertad de disponer de mi tiempo, que es lo que ahora mismo necesito, para escribir, aprender (ahora, sin la presión de los exámenes y los títulos, me ha dado por estudiar de todo, desde historia hasta filosofía o ciencia...¡que poco aprendí en el colegio!), pasear y para replantearme que hacer con esta atormentada existencia. Ahora, también hay que decir que en este momento vivo con mis padres, de otra manera se me haría bastante difícil pero, de vivir fuera, aunque la necesidad de dinero apretase y tuviese que activarme, no sería algo que  hago como un deber moral sino como una necesidad real, lo cual es muy distinto. Eso es algo que he comprobado.

 Se trata de ser racional y crítico, no hacer las cosas porque todos lo hacen o por un no cuestionado "hay que hacerlo". Básicamente consiste en cuestionarlo todo de una manera racional y lógica y actuar en consecuencia. En realidad, es lo más normal del mundo pero estamos un mundo loco.

Lo de ir cada uno a lo suyo, en el sentido que digo, no solo es saludable para la persona sino que es indispensable para crear relaciones sanas, ya sean de pareja, amistad o del tipo que sean. Si una persona no es libre no se puede relacionar de una manera correcta y tenderá a apegarse a las personas, ya sea abusando o dependiendo de ellas. Yo veo esto en todos lados, es el pan de cada día.

Aquí os dejo un vídeo de Stefan Molyneux (Freedomain Radio) que expresa bien lo que digo. Esta en inglés pero es sencillo de entender ( y, si no lo entendéis, ¡ tenéis que estudiar inglés chicos!...si queréis claro... XD). Le iba a poner subtítulos pero el vídeo es muy largo y esto de los subtítulos es un coñazo.




viernes, 15 de julio de 2011

Ay la vida

Ay la vida, como es, menuda es ella. ¿Nos la tomamos en serio o no? ¿Cual es el valor de las relaciones sociales? Se dice mucho eso de "vida social", a mi me suena un poco a chamusquina, a relaciones más bien falsillas. "Uy por dios, tengo mi vida social desatendida", menudos comentarios ¡Dios sácame de aquí!

¿Escribo más o lo publico así? Pero es demasiado corto lo que he escrito... ¿Y para que decir más? De hecho no se si debería publicar esto. Ya estamos con el deber y el deber. Maldito sea.

¿Ser serio? ¿tomarse todo a broma? ¿Ser una persona responsable e intachable o cogerte una bici y perderte por el mundo? No hay una respuesta objetiva para ello.

A veces pienso que arremeto mucho contra todo, que soy el típico antisistema reaccionario e inmaduro. No lo se, quizás. Ahora, os digo una cosa, veo todo el tema de las acampadas del 15M en Sol y esas cosas y me echo para atrás. No creáis que soy un "progre", ni mucho menos.

No se que escribir, pero tampoco quiero dejar de hacerlo. Creo que si viese una entrada de este tipo me gustaría que quien la escribe siguiese escribiendo, lo cual es normal, pues uno empatiza con lo que le es igual.

No me escribe nadie comentarios, me pregunto que opinara el ciudadano medio de esta entrada, ¿que soy un loco?, ¿un tío aburrido?, ¿alguien que no sabe bien que hacer?,...

Creo que ser sincero y expresarse sin tapujos es una de las claves de la vida, no se... ¿por qué la gente no se expresa? No lo entiendo. ¿No es absurda la falsedad y la superficialidad? De hecho, lo más duro es cuando se hace sentir culpable a la gente por expresarse, ¿no es ese el mayor crimen? Bueno, el mayor crimen es matarlo pero ya me entendéis...

Desesperado y encima hay que sonreir

Falta algo, no se qué es pero falta algo. Parece que hubiese una crisis cultural, al menos yo no me veo inmerso en nada que tenga sentido, más bien me veo acosado por sin sentidos, por llevar una vida aburrida, conformista y nada genuina. Es una sensación de sopor tremendo, de tedio. No solo no veo nada con sentido sino que no me dejan tranquilo, me acosan con banalidades y no me dejan ni siquiera expresarme a gusto. Todo esto del pensamiento positivo y de guardar las apariencias supone, no solo que todo es burdo, sino que encima tienes que poner buena cara y estar agradecido por ello. 

Yo estoy muy harto y desesperado, no sé hacia donde moverme, cualquier cosa que haga me parece el resultado de alguna idea de mierda que me han metido. ¿Qué hago? ¿No hago nada? A decir verdad, me parece lo más sensato, ¿qué hacer mejor si todas las opciones que te plantean son absurdas y ni siquiera te las planteas tú de una manera genuina?

No sé, la vida esta hecha para vivirla con sentido, no para ser un puto esclavo ni para poner buena cara cuando es justo lo que menos te apetece. Me parece todo tan absurdo...

jueves, 14 de julio de 2011

Contar tu vida personal en internet

Acabo de escribir la entrada "¿Por qué escribo este blog?" y he pensado "Pero tío, ¿Por qué cuentas tu vida en Internet?". Para ser sincero, y supongo que a todos nos pasa lo mismo en el fondo, no veo ningún problema en contar mi vida a la gente. Tampoco se trata de dar la tabarra al primero que pasa y tener un encuentro desproporcionado e improductivo, pero no veo problema en expresarme sinceramente con desconocidos, sobre todo si veo que es una persona empática.

Yo antes era mucho así, me expresaba sin complejos, y no es que tratase de justificarme ni de buscar aprobación, no, simplemente era expresarse por expresarse, que creo que es sano en si mismo.  Quizás por eso estoy tan rebelde contra todo lo que trata de reprimirme. ¿Y por qué empecé a reprimirme? Eso es otra historia a la que tendría que dedicarle una entrada entera y no se si quiero escribir sobre ello aún. Pero el caso es que me sucedió y perdí la espontaneidad y la capacidad de expresarme libremente. Ese quizás sea el gran drama de vida. Aquí me pasa algo curioso, veo que la gente no tiene tampoco la capacidad de expresarse libremente pero no les preocupa, para mí es algo muy grave.

El caso es que cuando me expresaba sin tapujos me iba de perlas, me sentía libre y descargado, por eso tampoco veo problema en expresarme en Internet. No se, tal vez sea muy arriesgado y te expongas a que gente rebuscada se aproveche de ti, de tu vulnerabilidad, pero no estoy seguro, yo cuando más débil me he sentido no ha sido cuando me he expresado sin tapujos, más bien al contrario, cuando me he callado por miedo a que me hiciesen daño. Al final pienso que el no expresarse libremente es una de las cosas que más daño hace. Creo que expresarse libremente te hace más fuerte, no más débil. No se, quizás sea ingenuo,  viendo el mundo ya uno no sabe.

¿Por qué escribo este blog?

¿Por qué escribo este blog? es una pregunta que ni yo mismo se contestar fácilmente. Supongo que estoy en un momento difícil de mi vida y necesito expresarme de alguna manera. Hace algo más de un año rompí con todas mis relaciones sociales y dejé mi trabajo de los fines de semana. No fue una decisión a la ligera, estaba realmente harto y necesitaba un tiempo para mí. De romper con mis relaciones sociales lo que más me costó fue cortar con mis amigos de toda la vida, más que nada por la culpa que me generaba, no por echarles de menos y eso (de haber sido así no los hubiese dejado). 

Por otro lado, hace algunos años que me doy cuenta de que mi familia es una farsa, y esto me ha hecho mucho daño, quizás lo que más de todo. Desde fuera es la familia perfecta y eso me jode aún más, porque parece que uno está paranoico pero, para mí, eso de la "familia perfecta" es pura apariencia. ¡Ni mucho menos es la familia perfecta!. En mi familia reina la ley del silencio, no se habla de nada profundo, nada que vaya al fondo de las cosas. Mi familia no es mala gente, más bien son unos buenazos tontorrones, y no lo digo como crítica, es más bien un hecho en el  que creo puedo incluirme. Son unos tontorrones cobardes que no hablan nunca de nada serio, cuando los problemas familiares abundan, empezando por el de no hablar de nada. ¿Les exime el ser tontorrones e ingenuos de no afrontar las cosas y escurrir el bulto ante los problemas? No lo sé. Para mí, el no comunicarse, y obviamente, como consecuencia, el no conocerse, me parece algo absurdo y surrealista de por sí. Se supone que la comunicación es el pilar básico de cualquier relación y que la familia es la institución social más importante. ¿Entonces? Para mi, si soy honesto, mi familia es un conjunto de desconocidos que solo se preocupan de que todo este "normal" y hacer lo que "hay que hacer". Es una locura.

Lo peor de todo es que, desde el punto de vista social, mis amigos y mi familia parecen normales. Y lo son. En este sentido no eran peor que lo que veo normalmente, no tenía amigos que me insultasen y me faltasen al respeto (bueno, con alguna excepción) ni padres que me pegasen ni me maltratasen sexualmente. Aunque, a decir verdad, mi padre si me pegaba ocasionalmente, pero a palma abierta y cada mucho. Son normales, pero a mi me parecen totalmente falsos, superficiales y sin ningún interés por empatizar conmigo ni con ningún miembro de la familia. En ese sentido, me parecen dañinos. Claro, esto me sitúa entre las personas que piensan que la sociedad está en general bastante mal, aunque siempre hay excepciones (al menos eso espero)

¿Por qué escribo este blog? No lo sé con seguridad, quizás esperando que alguien sienta alguna conexión quiera comentar algo, que alguien que haya pasado por esto quiera compartir su experiencia. No sé, de todas maneras escribo mucho para mí, tampoco me cuesta nada colgarlo en la red y, si hay alguna respuesta interesante, que tenga algo que aportar, pues bien, si no, pues me quedo como estoy.

Creo que hoy estoy particularmente dolido, es uno de esos días que me doy cuenta que estoy pasando por mucha mierda. La verdad es que me están derrumbando mis esquemas de vida y jode mucho. Ya sabía que esto iba  a pasar si tomaba las decisiones que he tomado y estoy tomando, las que creo son las correctas, pero eso no me quita el dolor y el miedo. Verse solo acojona. También me duele el no verme a la altura de las circunstancias, no termino de tener los pies en la tierra y ser consecuente, en ese sentido estoy muy tenso y sin saber que hacer , no sé bien hacía donde tirar, me quiero deshacer de los apegos y las mentiras pero me cuesta pisar firme y tirar hacía delante. 

lunes, 11 de julio de 2011

Tenso y sin saber que hacer

Son las 23:30, estoy en mi cuarto tenso y aburrido. No sé, quizás me vendría bien estar con alguna chica maja aquí, no solo para hacer "guarreridas" sino para tener un poco de cariño. Sí, quizás eso no estuviese mal. Hace bastante tiempo que estoy solo. En realidad, si quiero ser sincero, siempre lo he estado, o casi siempre. ¡Qué difícil me resulta que eso no parezca dramático! No quiero ser dramático pero tampoco dejar de decir las cosas tal y como son; no sé si me entendéis. 

Aunque, ahora que lo pienso, y sin desechar del todo el tema de la chica, creo que lo que más  me gustaría es activarme, hacer cosas por mí mismo. No sé, estoy aquí en mi casa un Lunes por al noche y en teoría no hay nada que hacer, excepto dormir e irse mañana a trabajar, como dirían muchos que yo me sé, pero yo no me siento así; tengo ganas de acción. Eso sí, acción que salga de mí. Digo esto porque casi nunca, incluso en mis etapas más activas, he hecho mucho lo que yo quería, más bien lo que "debía" hacer. Bueno, algunas veces sí, tal por eso lo echo tanto de menos. Ya sé que mal de muchos consuelo de tontos pero sé que en eso no estoy ni mucho menos solo en este sentido. Por cierto, tampoco tengo trabajo, ni ganas de buscar por ahora.

Estoy pensando desde hace unos días cogerme la bici y hacerme una ruta por Europa, había pensado ir desde París hasta Londres. No es tanto, lo podría hacer en diez días y por unos seiscientos euros (en plan mega cutre, eso sí). Pero hay algo que me echa para atrás, no sé bien que es. Creo que tal vez sea la responsabilidad de hacer algo solo por mí mismo, tal vez temo torturarme si no sale bien, tal vez temo juzgarme a mí mismo con pensamientos como "¿para qué cojones te haces un viaje solo por Europa? ¿quién te manda?". Me cuesta hacer las cosas sin la aprobación de alguna autoridad (como duele admitir eso)

Qué de dudas, ni siquiera sé por qué escribo esta entrada, no sé que me motiva a hacerlo, tal vez expresarme libremente y a ver si a alguien estas palabras le suenan familiares. No sé, tal vez esté sintiendo lástima por mí, tal vez es un justificarse ante el mundo por no saber bien qué hacer. La verdad, no sé si esta entrada puede interesar a alguien o es una gilipollez. He sido sincero, al menos eso creo (La dificultad de ser sincero), ¿hace eso interesante la entrada? 

No sé qué decir, estoy extrañado ante el mundo, pensando "¿qué hago yo por aquí?". En realidad este es un punto al que quería llegar, después de haber llevado una vida conformista y pasiva haciendo cosas que, no solo no me interesaban, sino que mataban mi espíritu. ¿Y ahora qué? Creo que esa es una pregunta interesante, pregunta que aún no puedo hacerme completamente, pues tengo aún mierda que  quitarme de encima. No sé si me entendéis, todo eso que no nos deja expresarnos libremente y actuar de acuerdo a nuestro juicio (relaciones toxicas, ideas que nos limitan, complejos, apegos,...). Supongo que si uno puede llegar a plantearse esa pregunta a fondo es como volver a empezar, puede llegar a ser un sencillo "bueno, ¿Y ahora qué?". Me encantan esos momentos de desapego, parece que acabas de nacer. Ese es uno de mis grandes deseos, volver a sentir esa libertad, ese poder pensar y moverse sin condicionamientos ni la carga del pasado. Es un "bueno, aquí estamos el mundo y yo, ala, ¿a ver qué hacemos?".  

jueves, 7 de julio de 2011

"Yo no salgo"

En un verano, hace bastantes años, recién llegado a la zona de playa a la que solía ir a veranear, le pregunté a Pablo, un chico de mi grupo de amigos de la urbanización, si esta noche iba a salir. Se lo pregunté con toda naturalidad, pues es lo que se hacía los fines de semana. Me respondió algo que me dejó atónito: "yo no salgo". Así, sin más. Me lo dijo sin ningún gesto de justificación, me lo dijo con firmeza y seriedad, como si respondiese a un comentario ofensivo o que esconde alguna segunda intención. Me quedé extrañado, nunca había oído a nadie decir eso, para mí salir era sencillamente lo que se hacía. Me impresionó pero no le di tampoco demasiadas vueltas, eso sí, no se me olvidó.

Hoy, quince años después, me ha venido esa historia a la memoria, creo que empiezo a entender a Pablo, aunque he necesitado muchas borracheras innecesarias y muchas situaciones absurdas para darme cuenta. Salir no es una obligación. Es curioso, su comentario nunca lo llegué a pensar y a comprender del todo, sin embargo fue algo que me inspiró respeto. Sí, me inspiraba respeto, aunque sin saber bien por qué. 

Quizás, lo que me hizo definitivamente pensar en esto fue la observación del filósofo Slavoj Zizek, quien comenta que hoy en día existe un "mandato al goce", se nos obliga a divertirnos. Al verlo pensé "sí, totalmente, eso es".